Mariposa y la Niña Amiga



Había una vez una niña llamada Vivi, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de colinas verdes y hermosos campos. Desde muy pequeña, Vivi tenía una conexión especial con los animales.

Siempre se sentía atraída por ellos y parecía entenderlos de una manera única. Un día, mientras caminaba por el campo, Vivi encontró a una pequeña yegua blanca llamada Mariposa. La yegua parecía estar perdida y hambrienta.

Sin pensarlo dos veces, la niña decidió llevarla a su casa para cuidar de ella. Desde ese momento, Mariposa se convirtió en la mejor amiga de Vivi. Juntas exploraban los prados, jugaban al escondite entre los árboles y compartían momentos llenos de alegría.

Pero había algo curioso en esta amistad: cada vez que Vivi sacaba un pedazo de pan de su bolsillo, Mariposa siempre aparecía para comerlo. Un día soleado, mientras paseaban cerca del río, un extraño acontecimiento ocurrió.

Vivi notó que cada vez que daba un paso hacia adelante, Mariposa le seguía muy cerca sin apartarse ni un instante. "-¡Mariposa! ¿Por qué me sigues tan cerca?", preguntó sorprendida la niña. La yegua relinchó suavemente como si estuviera tratando de comunicarse con ella.

Aunque no entendiera lo que decía exactamente, Vivi sabía que Mariposa quería contarle algo importante. Decidida a descubrir el misterio detrás del comportamiento de su amiga equina, Vivi decidió seguir caminando hacia un viejo granero abandonado en el bosque.

Mientras se acercaban, notaron que algo brillaba en el suelo. Vivi se agachó para reagarrarlo y descubrió que era una antigua medalla de oro con forma de mariposa. En ese momento, la niña entendió todo.

"-Mariposa, ¿esto es lo que has estado buscando? ¿Esta medalla?", dijo Vivi emocionada. La yegua relinchó con alegría, confirmando las sospechas de la niña. Resulta que Mariposa había sido una valiente yegua de carreras cuando era joven.

Había ganado muchas competencias y esta medalla era su premio más preciado. Desde aquel día, Vivi y Mariposa se convirtieron en un equipo inseparable. Juntos emprendieron aventuras por todo el pueblo, visitando a los niños enfermos del hospital y llevándoles sonrisas con sus travesuras.

La historia de amistad entre Vivi y Mariposa inspiró a muchas personas en el pueblo.

Todos aprendieron la importancia de cuidar y respetar a los animales, así como valorar las cualidades únicas que cada uno tiene para ofrecer al mundo. A medida que pasaban los años, Vivi siguió creciendo pero nunca olvidó a su fiel amiga equina. Siempre recordaría aquellos momentos mágicos compartidos junto a Mariposa.

Y así fue como la abu Vivi tuvo una infancia llena de amor animal gracias a su leal compañera Mariposa, quien le enseñó valores importantes como la amistad incondicional, el respeto por los animales y la importancia de seguir nuestros sueños, sin importar cuán imposibles parezcan.

FIN.

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