Mariposas en el Jardín
Érase una vez en un pequeño pueblo rodeado de verdes montañas, un jardín mágico lleno de flores de todos los colores y formas. Entre estas flores, vivían muchas mariposas, cada una más hermosa que la otra.
Sin embargo, había una mariposa en particular que se llamaba Luna.nnLuna era una mariposa azul brillante con alas que destellaban bajo el sol. Aunque le encantaba volar y jugar entre las flores, siempre sentía que era diferente de las otras mariposas.nn"¿Por qué mis alas son tan diferentes?" - se preguntaba Luna mientras observaba a sus amigas deslizarse en el aire. "Debería ser como ellas", suspiraba.nnUn día, mientras volaba por el jardín, Luna decidió que quería ser como las mariposas de otros colores.
Así que se acercó a su amiga, la mariposa amarilla llamada Sol.nn"Sol, ¿hay alguna manera de que pueda cambiar el color de mis alas?" - preguntó Luna con ojos llenos de esperanza.nnSol
sonrió y le dijo: "¡Luna! No necesitas cambiar. Tus alas son perfectas tal y como son. La belleza está en ser uno mismo, no en ser como los demás."nnPero Luna no estaba convencida. Entonces decidió visitar a otra amiga, la mariposa roja llamada Fuego.nn"Fuego, ¡quiero ser como tú! Tus alas son tan brillantes y hermosas. ¿Cómo puedo hacer para que mis alas se vuelvan rojas?" - pidió Luna.nnFuego respondió con ternura: "Cada mariposa es única, Luna. Ser diferente no significa que no seas hermosa.
¡Deberías estar orgullosa de ser azul!" - nnSin embargo, Luna seguía insegura y decidió alejarse del jardín. Quería encontrar un lugar donde pudiera ser como las otras mariposas.
Comenzó su viaje volando lejos de su hogar, sin darse cuenta de que se alejaba de sus amigas.nnMientras volaba, encontró un hermoso bosque lleno de flores rojas, rosas y amarillas. Allí conoció a una mariposa negra llamada Noche.nn"¡Hola!" - saludó Luna. "Tu color es tan diferente.
Me gustaría ser como vos."nnNoche, con su voz suave, le respondió: "La verdadera belleza no está en el color, sino en lo que eres en tu interior. La confianza en uno mismo es lo que realmente te hace brillar."nnLuna
se sintió confundida, pero decidió seguir explorando el bosque. Pasó los días en el bosque, tratando de cambiar su apariencia, pero no tenía éxito.nnUn día, mientras volaba cansada, escuchó un ruido extraño.
Se acercó al sonido y descubrió a un grupo de mariposas atrapadas en una telaraña.nn"¡Ayuda!" - gritaban las mariposas.nnSin pensarlo dos veces, Luna se lanzó a liberar a las mariposas. Usó sus afiladas alas para cortar la telaraña, y poco a poco, todas fueron liberadas.nnLas
mariposas, agradecidas, le dijeron: "¡Gracias, Luna! Eres muy valiente. Sin ti, no habríamos podido escapar."nnEn ese momento, Luna se dio cuenta de que aunque sus alas fueran diferentes en color, tenía un gran valor y podía hacer cosas increíbles.nnDe
repente, sintió que un brillo especial comenzaba a brillar en su interior. "No necesito ser como las demás, ya soy especial a mi manera" - pensó.nnEntonces, decidió regresar a su jardín. Cuando llegó, sus amigas la recibieron con alegría.nn"¡Luna! Te extrañamos mucho," - gritó Sol. "Nos alegra verte de vuelta.—"nn" ¡Chicas! He aprendido algo valioso. Mis alas pueden ser diferentes, pero eso no me impide ser única y especial. ¡Gracias por siempre apoyarme!" - dijo Luna, mientras agitaba sus alas con orgullo.nnDesde
ese día, Luna ya no dudaba de su belleza. Se convirtió en un símbolo de diversidad en el jardín y enseñó a todas las demás mariposas que ser diferente es lo que nos hace especiales.nnY
así, en el pequeño pueblo rodeado de verdes montañas, el jardín mágico floreció con la diversidad de mariposas de todos los colores, pero siempre recordando que lo más importante era el amor y el respeto por uno mismo y por los demás.
FIN.