Marta y el callejón de la valentía
Había una vez una niña llamada Marta, alegre y valiente, que un día decidió explorar un nuevo camino hacia su casa. Al pasar por un callejón oscuro, vio a tres hombres que parecían estar en problemas.
Ellos le hablaban, pero Marta prefirió seguir su camino sin responder. "¿Por qué no nos escuchas?", preguntó uno de los hombres. Marta continuó caminando con determinación, ignorando las palabras de los desconocidos.
Sin embargo, los hombres la alcanzaron y dos de ellos la sujetaron por los brazos mientras el tercero comenzaba a golpearla en el estómago. "¡Dejenme ir! ¡Ayuda!", gritaba Marta tratando de liberarse. Los hombres no paraban de golpearla, haciéndola sentir miedo y dolor.
Después de varios minutos de angustia, decidieron desabrocharle la camisa para seguir lastimándola. En ese momento oscuro y peligroso, Marta sintió que todo estaba perdido.
Pero lo que esos hombres malvados no sabían era que Marta tenía algo especial dentro de ella: coraje y fuerza interior. A pesar del miedo y el dolor, se aferró a su valentía y pensó en una solución para salir de esa situación tan terrible.
Con astucia e inteligencia, Marta recordó las clases de defensa personal a las que asistió en la escuela. Utilizando sus conocimientos y habilidades aprendidas, logró zafarse del agarre de los hombres y darles un fuerte golpe en sus piernas.
Sorprendidos por la valentía de la niña, los hombres retrocedieron momentáneamente. "¡No volverán a lastimarme nunca más! ¡Soy fuerte y valiente!", exclamó Marta con determinación. Los tres hombres se miraron entre sí sorprendidos por la fuerza interior demostrada por aquella pequeña niña.
Se dieron cuenta del error cometido al intentar hacerle daño a alguien indefenso como Marta. Arrepentidos por sus acciones violentas, decidieron alejarse rápidamente del lugar. Marta entendió que siempre hay personas dispuestas a ayudar cuando se necesita protección y apoyo.
Confiando en sí misma y en su valentía, regresó a casa sana y salva después de superar esa difícil experiencia en el callejón oscuro.
Desde ese día, Marta se convirtió en un ejemplo para otros niños sobre cómo enfrentar situaciones difíciles con coraje e inteligencia. A través de su historia inspiradora, enseñaba que nunca hay que rendirse ante el miedo o la violencia; siempre hay una luz al final del túnel si confiamos en nuestra fortaleza interior.
FIN.