Marta y el Mar de Plásticos



Una mañana soleada en el pequeño pueblo de Marisol, Marta, una niña curiosa de diez años, decidió que ya era hora de actuar. Se sentó en su patio trasero, observando el cielo azul y escuchando las olas que rompían en la playa cercana. De repente, algo la inquietó. Había escuchado en la escuela sobre el problema de los plásticos en el mar y cómo estos afectaban a los animales. Con una determinación renovada, decidió que iba a hacer algo al respecto.

"¡Voy a salvar el planeta!" - exclamó Marta, mientras corría hacia su habitación a buscar papel y lápiz. Escribió un plan: "Marta, la guerrera del mar". Tenía que recolectar plasticos y ayudar a sus amigos del mar.

Marta invitó a sus amigos: Lucas, Sofía y Juan a su casa.

"Chicos, hoy vamos a ser héroes. El mar necesita nuestra ayuda, y nosotros vamos a salvarlo. Les propongo que hagamos una campaña para recoger plásticos de la playa. ¿Qué dicen?" - propuso con entusiasmo.

"Me parece genial, Marta. ¡Contás conmigo!" - dijo Sofía, emocionada.

"Yo también quiero ayudar. Pero, ¿cómo vamos a hacer que otros se sumen?" - preguntó Juan.

"¡Eso es fácil!" - respondió Marta, con una sonrisa. "Haremos carteles y los pondremos por todo el pueblo. ¡Así más gente se unirá!"

Los cuatro amigos pasaron toda la tarde creando coloridos carteles. Escribieron mensajes como “¡Salvemos al mar! ” y “El plástico no pertenece al océano! ”. Cuando terminó la tarde, estaban cansados pero felices.

Al día siguiente, repartieron los carteles por todo Marisol. Cuando llegó el fin de semana, la playa ya estaba llena de familias. Marta y sus amigos estaban listos con guantes y bolsas.

"¿Listos, héroes del mar?" - preguntó Marta mientras levantaba su bolsa. Todos gritaron al unísono: "¡Sí!"

Mientras recogían la basura, Marta se encontró con una tortuga atrapada en un plástico.

"¡Chicos, miren eso!" - gritó. "Tenemos que ayudarla. Este plástico puede matarla."

Con cuidado, Marta y sus amigos se acercaron a la tortuga.

"No te preocupes, amiga. ¡Te vamos a liberar!" - dijo Lucas. Con un poco de esfuerzo, cortaron el plástico que la envolvía.

"Gracias, chicos. Creía que iba a estar atrapada para siempre" - dijo la tortuga, con ojos brillantes de gratitud. Todos quedaron sorprendidos al escuchar hablar a la tortuga.

"¡Tú puedes hablar!" - exclamó Sofía. "¿Qué más puedes contarnos sobre los plásticos en el mar?"

"Mis amigos y yo estamos sufriendo por su culpa. Muchos de nosotros nos confundimos con la comida y comemos plástico. Es muy peligroso" - explicó la tortuga con una voz suave. "Pero cada vez que ustedes ayudan, hay más esperanza para nosotros."

Marta se sintió aún más motivada. "¡No podemos detenernos!" - dijo. "Necesitamos hacer conciencia sobre esto. Vamos a contarle a todo el pueblo lo que hemos aprendido."

Después de un día duro de trabajo, recogieron cinco bolsas llenas de plástico. Cuando estaban por irse, la tortuga les sonrió. "Recuerden, pequeños héroes. Las pequeñas acciones contadas pueden lograr grandes cambios. No se desanimen. Cada vez que limpien, ayudan al océano."

Días después, Marta organizó una reunión en el colegio para compartir su experiencia. "Queridos compañeros, no sólo se trata de recoger plásticos. Se trata de hacer cambios en nuestra vida diaria para evitar que lleguen al mar. Podemos usar menos plástico, reciclar y hablar sobre el tema con nuestros familiares" - dijo Marta mientras todos la escuchaban atentamente.

Los compañeros de Marta empezaron a hacer su parte y pronto, todo el pueblo de Marisol se unió a la causa. Implementaron días de limpieza en la playa, llevaron bolsas reutilizables y se comprometieron a reducir el uso de plástico.

Con el tiempo, Marta vio cómo el mar se volvía más limpio y cómo sus amigos marinos regresaban. Las tortugas comenzaron a anidar nuevamente en la playa, y los delfines volvieron a jugar en el agua clara.

- “Gracias, Marta. Gracias, amigos. Ustedes son verdaderos héroes del mar” - dijo la tortuga una vez más, antes de zambullirse en el océano.

Y así, Marta y sus amigos inspiraron a un pueblo entero a cuidar el mar, demostrando que con acción, unidad y amor por la naturaleza, todos podemos ser un cambio positivo en el mundo.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!