Marta y el Poder de la Calma

Marta estaba en una importante reunión en su trabajo. Había preparado una propuesta con mucho esfuerzo y esperaba que todos la escucharan con atención.

Sin embargo, cuando empezó a exponerla, notó que sus compañeros la interrumpían constantemente y, para su sorpresa, su propuesta fue rechazada sin siquiera haber sido discutida. Marta sintió una gran frustración creciendo dentro de ella, y sin darse cuenta, su tono de voz se elevó y sus expresiones faciales reflejaban su enojo.

De repente, una voz suave pero firme resonó en su mente: era la voz de su abuela, quien siempre le decía que la calma es el mejor aliado en momentos de turbulencia.

Recordó las palabras de su abuela y decidió respirar profundo y tratar de mantener la calma. Con determinación, pidió la palabra y, con un tono sereno, expresó su deseo de escuchar los puntos de vista de sus compañeros acerca de su propuesta.

La sorpresa fue mayúscula cuando, al bajar el nivel de tensión, sus compañeros comenzaron a compartir ideas y a debatir constructivamente. Finalmente, la propuesta de Marta fue revisada y mejorada gracias a las aportaciones de todos.

Marta aprendió en esa reunión que, aunque a veces las cosas no salgan como esperamos, mantener la calma y escuchar a los demás puede abrir nuevas puertas y oportunidades.