Marte y los estudiantes universitarios
Había una vez un perro llamado Marte, que vivía en la ciudad de Buenos Aires. Era un perro callejero muy inteligente y curioso, siempre buscando aventuras y cosas nuevas por descubrir.
Un día, mientras caminaba por la calle, encontró un alfajor tirado en el suelo. Como era muy goloso, no pudo resistirse y lo devoró rápidamente. Pero al poco tiempo comenzó a sentirse mal, con mucho dolor de estómago y mareos.
Asustado, decidió buscar ayuda en la Universidad de Buenos Aires. Allí se encontró con un grupo de estudiantes que estaban investigando sobre las enfermedades caninas y le brindaron toda su atención. "¿Qué te pasa amigo?", preguntó una joven estudiante.
"Comí un alfajor que estaba malo", respondió Marte entre gemidos. "Tranquilo amigo, vamos a ayudarte", dijo otro estudiante mientras acariciaba su cabeza. Los estudiantes examinaron a Marte detenidamente y le dieron los medicamentos necesarios para curarlo.
Mientras tanto, aprovecharon para enseñarle algunas cosas interesantes sobre ciencia y tecnología. Marte quedó asombrado con todo lo que aprendió ese día en la universidad. Se dio cuenta de lo importante que es cuidarse uno mismo y estar atento a lo que se come o bebe.
Agradecido por haber encontrado ayuda en esos jóvenes estudiantes tan amables e inteligentes, les prometió seguir aprendiendo más cada día para poder ser como ellos cuando creciera.
Desde entonces, Marte cambió su actitud hacia la vida: ya no buscaba solo aventuras sino también conocimiento nuevo todos los días. Y así, se convirtió en un perro más sabio y feliz.
FIN.