Martica, la valiente



Martica era una niña como cualquier otra, jugaba en el parque con sus amigos y le encantaba dibujar y leer cuentos. Sin embargo, Martica tenía un miedo secreto: le aterraba hablar en público.

Siempre que tenía que presentar un trabajo en la escuela o hablar frente a sus compañeros, sentía que se le secaba la boca y las piernas le temblaban como gelatina. Esto la ponía triste, ya que le gustaba participar en actividades escolares, pero el miedo la paralizaba.

Un día, el profesor anunció que se realizaría un concurso de cuentos en el que todos los estudiantes debían participar. Martica sabía que no podía escapar de eso, pero el solo pensarlo le provocaba escalofríos.

Decidió enfrentar su miedo y hablar con su mamá al respecto. - Mamá, tengo mucho miedo de hablar en público - le confesó Martica con voz temblorosa.

Su mamá la escuchó con cariño y le dijo: - Martica, la valentía no es la ausencia de miedo, sino la fuerza para enfrentarlo. Tienes tanto talento que sería una lástima que el miedo te impida brillar. Martica reflexionó sobre las palabras de su mamá y decidió que no dejaría que el miedo la detuviera.

Durante semanas, practicó frente al espejo y con la ayuda de su mamá. Finalmente, llegó el día del concurso. Martica respiró hondo y subió al escenario.

Aunque su voz temblaba un poco al principio, fue ganando confianza a medida que contaba su hermoso cuento. Al final, recibió una ovación de pie y su cuento fue premiado. Martica se dio cuenta de que, a pesar del miedo, pudo superarse a sí misma.

Desde ese día, Martica entendió que la valentía no significa que nunca tengas miedo, sino que puedes hacer las cosas a pesar del miedo. Desde entonces, Martica se convirtió en una defensora de la valentía y motivaba a sus amigos a enfrentar sus propios miedos.

Nunca más permitió que el miedo la paralizara, sabiendo que siempre tendría la fuerza para superarlo.

FIN.

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