Martín y el muñeco de dulce



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Alegría, un niño travieso y glotón llamado Martín. A Martín le encantaba la comida chatarra: papas fritas, hamburguesas, galletitas rellenas, todo lo que no era saludable para su cuerpecito.

Además, Martín tenía la mala costumbre de desobedecer a su mamá cuando le decía que no comiera tantas golosinas.

Un día, mientras Martín disfrutaba de una bolsa de caramelos frente a la televisión, escuchó un ruido extraño proveniente de su pancita. El ruido se hizo cada vez más fuerte hasta que ¡PUM! Martín explotó en mil pedacitos. Pero en lugar de morir, algo mágico sucedió: Martín se convirtió en un muñeco hecho completamente de dulces y golosinas.

Al ver lo que había ocurrido con su hijo, la mamá de Martín entró en pánico y comenzó a llorar desconsoladamente.

Fue entonces cuando apareció el Hada Saludable, una hada bondadosa cuya misión era enseñar hábitos saludables a los niños del pueblo. "¡Oh querida mamá de Martín! No llores", dijo el Hada Saludable con voz dulce. "Tu hijo está bien, solo necesita aprender una lección importante".

La mamá de Martín secó sus lágrimas y miró al Hada Saludable con curiosidad. "¿Qué lección debe aprender mi hijo? ¿Cómo podemos ayudarlo?", preguntó la madre angustiada. El Hada Saludable explicó que el exceso de comida chatarra y la falta de ejercicio habían transformado a Martín en un muñeco comestible.

Para devolverle su forma humana y evitar que volviera a ocurrir algo así, debían seguir tres consejos clave: comer sano y equilibrado, hacer ejercicio regularmente y escuchar siempre a los adultos.

La mamá de Martín asintió con determinación y prometió seguir al pie de la letra las indicaciones del Hada Saludable para ayudar a su hijo.

Durante semanas, Martín siguió siendo un muñeco hecho de golosinas pero ahora aprendía sobre nutrición cocinando platos saludables junto a su mamá y haciendo divertidas rutinas de ejercicios con el Hada Saludable. Poco a poco fue recuperando su forma humana hasta que finalmente volvió a ser el niño travieso pero ahora mucho más consciente de la importancia de cuidar su cuerpo.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado; desde entonces, Martín se convirtió en ejemplo para todos los niños del pueblo al demostrar que llevar una vida sana es fundamental para vivir felices y llenos de energía.

Y así vivieron felices por siempre después... comiendo sano y haciendo ejercicio todos juntos.

FIN.

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