Martín y la aventura bajo la lluvia
En un pequeño pueblo llamado Villa Arcoiris vivía Martín, un niño de cinco años que estaba emocionado por comenzar las clases en el jardín.
Desde hacía días, no paraba de hablar sobre todas las cosas divertidas que haría en su primer día de clases. Sin embargo, cuando llegó la mañana tan esperada, se encontraron con un problema: ¡estaba lloviendo a cántaros! La mamá de Martín miró por la ventana y le dijo con preocupación:"Martín, hoy llueve mucho.
No sé si podremos ir al jardín.
"Pero Martín, con su entusiasmo característico, respondió:"¡Mamá, quiero ir al jardín aunque llueva! ¡No quiero perderme mi primer día de clases!"La mamá se quedó pensativa por unos instantes, pero finalmente accedió ante la determinación de su hijo. Así que se pusieron los impermeables y salieron rumbo al jardín bajo la intensa lluvia. El camino hacia el jardín no fue fácil.
El agua caía con fuerza y el viento soplaba con furia. Pero Martín no se dejaba vencer por las adversidades del clima. En cada charco que pisaba veía una oportunidad para salpicar agua y reír a carcajadas.
Finalmente, llegaron al jardín donde lo recibió la señorita Laura, la maestra más querida del lugar.
Al ver a Martín llegar empapado y sonriente bajo la lluvia, la señorita Laura exclamó sorprendida:"¡Martín! ¿Cómo es que viniste hoy con este temporal?""¡Hola señorita Laura! Vine porque quería estar en mi primer día de clases", respondió Martín orgulloso. La señorita Laura sonrió admirando la determinación del pequeño y le dijo:"Martín, estoy muy orgullosa de ti por haber venido hoy a pesar del mal tiempo.
Esa es una actitud valiente y perseverante. "Durante toda esa mañana lluviosa, Martín disfrutó de juegos educativos junto a sus compañeros y aprendió muchas cosas nuevas en el jardín.
Cuando regresó a casa ese día, estaba feliz y lleno de historias para contarle a su mamá. A partir de ese día, Martín entendió que siempre habría obstáculos en su camino pero que con determinación y valentía podría superarlos todos.
Y así siguió creciendo en un niño fuerte e inspirador para todos los que lo rodeaban. Y colorin colorado, este cuento ha terminado. Que enseñanza nos deja, que nunca hay obstáculoque nos detengasi tenemos valentíay ganas sincerasde aprender cada día, aunque llueva o truene, siempre hay una manerade seguir adelantecon fuerza verdadera.
FIN.