Martín y la Aventura en el Parque
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Estudiantil, donde todos los niños y niñas iban a la escuela para aprender y divertirse.
En esta historia conoceremos a Martín, un niño muy inquieto pero con muchas ganas de aprender. Un día, la maestra Clara les dijo a sus alumnos: "Chicos y chicas, hoy vamos a tener una excursión al parque. Pero antes de irnos, necesito que me prometan que serán responsables y respetuosos durante todo el paseo".
Martín levantó la mano emocionado y exclamó: "-¡Yo prometo ser responsable y respetuoso!". La maestra sonrió y dijo: "-¡Así me gusta! Ahora todos juntos repetimos: "Los estudiantes debemos tener responsabilidad y respeto"".
Todos los niños repitieron en coro las palabras de su maestra. Y así comenzó la aventura de Martín y sus amigos en el parque. Una vez en el parque, cada estudiante recibió una lista con tareas para realizar.
Debían reagarrar basura del suelo, cuidar las plantas del jardín e incluso ayudar a mantener limpios los juegos infantiles. Martín tomó su tarea muy en serio. Se acercó al área de juegos junto a sus amigos Sofía y Tomás para empezar a limpiarlo.
Pero cuando llegaron allí se encontraron con algo sorprendente: ¡el tobogán estaba lleno de barro! Sofía sugirió lavarlo con agua mientras Tomás buscaba una manguera cercana.
Martín decidió hacer algo diferente; se acercó al grupo de niños que habían ensuciado el tobogán y les dijo: "-¡Chicos, por favor, tengan más cuidado! Todos queremos jugar en un parque limpio y seguro". Los niños se miraron entre sí y luego asintieron con la cabeza.
Martín regresó con sus amigos y juntos comenzaron a limpiar el tobogán. Poco a poco, el barro desapareció y el tobogán volvió a lucir como nuevo. La maestra Clara se acercó al ver lo sucedido y felicitó a los niños por su trabajo en equipo.
"-¡Estoy muy orgullosa de ustedes! Han demostrado responsabilidad al cumplir sus tareas y respeto al hablar con los demás". Después de haber completado todas las tareas asignadas, los estudiantes disfrutaron de un merecido descanso bajo la sombra de un árbol.
Había una merienda esperándolos para recargar energías antes de volver a la escuela. Martín estaba feliz porque había aprendido algo importante ese día: que ser responsable significa hacer lo que nos corresponde, cuidar nuestro entorno y respetar a los demás.
A partir de ese día, Martín se convirtió en un ejemplo para todos los estudiantes de Villa Estudiantil.
Siempre recordaba que "los estudiantes debemos tener responsabilidad y respeto" no solo en la escuela, sino también en casa, en la calle o donde sea que estuvieran. Y así fue como Martín inspiró a muchos otros niños a ser responsables y respetuosos.
Juntos lograron convertir Villa Estudiantil en un lugar aún más especial donde todos vivían felices compartiendo valores importantes como la responsabilidad y el respeto. Y colorín colorado, esta historia de responsabilidad y respeto ha terminado.
FIN.