Martín y la fiesta en la pradera


Había una vez en el bosque una marmota llamada Martín y su mamá, Marcela.

Martín tenía unos amigos muy divertidos que lo invitaron a una fiesta en la pradera, pero su mamá no lo dejaba ir porque era muy chiquito. "Martín, sé que tus amigos te invitaron a la fiesta, pero es peligroso para ti salir solo al anochecer", le decía Marcela con preocupación. Pero Martín estaba decidido a ir y se escapó mientras su mamá dormía.

Corrió por el bosque hasta llegar a la pradera donde estaban sus amigos bailando y riendo. "¡Martín! ¡Qué bueno que viniste!", exclamaron sus amigos al verlo llegar.

La fiesta estaba en pleno apogeo cuando de repente escucharon un ruido extraño proveniente del bosque. Era un lobo hambriento que se acercaba rápidamente hacia ellos. "¡Corran! ¡Es un lobo!", gritó uno de los amigos de Martín.

Todos empezaron a correr asustados, pero Martín recordó las enseñanzas de su mamá sobre cómo comportarse frente a los peligros en el bosque. Se puso firme frente al lobo y comenzó a emitir sonidos fuertes para asustarlo. El lobo, sorprendido por la valentía de Martín, decidió retroceder y alejarse de la pradera.

Los amigos de Martín lo miraron con admiración y gratitud por haberlos salvado. Al día siguiente, Martín regresó a casa con su mamá, quien lo abrazó con fuerza al verlo sano y salvo.

"Martín, estoy orgullosa de ti por tu valentía y astucia para proteger a tus amigos", dijo Marcela emocionada. Desde entonces, Martín entendió la importancia de escuchar a sus mayores y no desobedecer las reglas por impulsos irresponsables.

Aprendió que ser valiente no significa ignorar los consejos sabios, sino actuar con inteligencia ante los desafíos que se presentan en el camino. Y así vivieron felices en el bosque todos juntos.

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