Martín y la fuerza del equipo verde



Había una vez un chico llamado Martín, que todos los días se levantaba muy temprano para ir al colegio.

A pesar de que su día comenzaba a las 5: 00 am, siempre lo hacía con una sonrisa en el rostro y mucha energía. Martín vivía en un pequeño pueblo rodeado de naturaleza, y le encantaba pasar tiempo al aire libre.

Después de clases, en lugar de ir directamente a casa, Martín se reunía con sus amigos para jugar al fútbol en el campo cercano. Les encantaba correr, reír y disfrutar juntos cada tarde. Un día, mientras jugaban fútbol, Martín notó que había mucha basura esparcida por el campo.

Se detuvo y llamó a sus amigos para que lo ayudaran a reagarrarla. Juntos limpiaron todo el lugar y lo dejaron impecable. Fue entonces cuando se les ocurrió la idea de iniciar un proyecto para cuidar el ecosistema del pueblo.

Al día siguiente, durante el recreo en la escuela, Martín propuso la idea a sus compañeros. Todos estuvieron emocionados y decidieron formar un grupo dedicado a proteger el medio ambiente local.

Los días pasaron y el grupo de Martín trabajaba arduamente plantando árboles, limpiando ríos y concientizando a la comunidad sobre la importancia de cuidar la naturaleza. Cada acción que realizaban estaba llena de entusiasmo y compromiso. Un sábado por la mañana organizaron una jornada de limpieza en todo el pueblo.

Vecinos de todas las edades se unieron a ellos, y juntos lograron recolectar una gran cantidad de basura que había sido arrojada descuidadamente por ahí. Al final del día, todos celebraron con una gran fiesta en el campo recién limpiado.

Había música, baile y risas resonando por doquier. Martín miraba a su alrededor con orgullo; había logrado inspirar a toda su comunidad para trabajar juntos en pro del cuidado del planeta.

Desde ese día en adelante, Martín continuó siendo un ejemplo para los demás niños y niñas del pueblo. Siempre recordaban que con pequeñas acciones se pueden lograr grandes cambios si se trabaja en equipo.

Y así fue como Martín demostró que nunca es demasiado pronto para empezar a marcar la diferencia y cuidar nuestro hogar: ¡el hermoso planeta Tierra!

FIN.

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