Martín y la galaxia de la amistad
Había una vez en un pueblo pequeño a las afueras de la ciudad, un niño llamado Martín. Martín era un chico curioso y soñador que siempre había deseado viajar por el espacio y descubrir los secretos del universo.
Una noche, mientras miraba las estrellas desde su ventana, vio una luz brillante que lo hipnotizó y lo transportó a otra galaxia. Al despertar, Martín se encontraba en un planeta desconocido lleno de colores vibrantes y criaturas extrañas.
Al principio tuvo miedo, pero pronto se dio cuenta de que estaba viviendo la aventura de su vida. Decidió explorar aquel mundo fascinante y conocer a sus habitantes.
Caminando por praderas verdes y ríos cristalinos, Martín conoció a Lila, una alienígena amable con cuatro ojos brillantes y piel plateada. "-¡Hola! Soy Lila, ¿de dónde vienes?", preguntó curiosa. "-Soy Martín, vengo de la Tierra", respondió él asombrado.
Lila le explicó que en su planeta todo era paz y armonía gracias al respeto mutuo entre todos los seres vivos. Juntos emprendieron un viaje para encontrar al sabio del planeta, quien les enseñaría cómo regresar a casa.
En su travesía conocieron criaturas mágicas como los Cantus, seres musicales que alegraban el corazón con sus melodías encantadoras; también desafiaron peligros como los Tempestades, criaturas feroces que representaban los miedos más profundos.
Finalmente llegaron al Templo de las Estrellas donde el sabio les reveló el secreto para volver a la Tierra: el poder de la amistad y la valentía. "-Martín, nunca olvides que el verdadero viaje está en tu interior", dijo el sabio con voz serena.
Con lágrimas en los ojos pero con esperanza en el corazón, Martín se despidió de sus nuevos amigos y cerró los ojos con fuerza mientras repetía en su mente: "Quiero volver a casa".
De repente sintió un cosquilleo en todo su cuerpo y cuando abrió los ojos se encontraba nuevamente en su habitación mirando las estrellas. Desde ese día, Martín supo apreciar cada momento como un regalo y recordaba con cariño su increíble aventura en otra galaxia. Siempre recordaría las palabras del sabio alienígena: "El verdadero viaje está en tu interior".
Y así siguió creciendo como una persona valiente y compasiva dispuesta a enfrentar cualquier desafío que se presentara en su camino. Y colorín colorado este cuento ha terminado, pero recuerda ¡nunca pares de soñar!
FIN.