Martín y la valentía en su escuela



Había una vez un chico llamado Martín, que era muy inteligente y amable. Siempre se esforzaba por ser amigable con todos en la escuela, pero desafortunadamente, algunos de sus compañeros de clase no eran tan amables con él.

Un día, cuando Martín llegó a la escuela, un grupo de niños comenzó a burlarse de él. Le decían cosas hirientes y le quitaban su almuerzo. Martín se sentía triste y solo.

No entendía por qué esos niños lo trataban así. Martín intentaba ignorarlos y seguir adelante con su día, pero el bullying continuaba. Cada vez que los veía acercarse, su corazón latía más rápido y tenía miedo de lo que le harían a continuación.

Un día, mientras caminaba hacia casa después de otro duro día en la escuela, Martín se encontró con una anciana muy sabia que vivía en el vecindario. Ella notó la tristeza en los ojos del niño y decidió ayudarlo.

La anciana le dijo: "Martín, sé que estás pasando por momentos difíciles en la escuela debido al bullying. Pero recuerda que tú eres valioso y especial tal como eres. No permitas que las palabras crueles te lastimen".

El consejo de la anciana resonó en el corazón de Martín. Decidió enfrentar el problema con determinación y coraje.

Al día siguiente, cuando los niños comenzaron nuevamente a molestarlo durante el recreo, Martín tomó una profunda inspiración e hizo algo inesperado: les habló desde su corazón. —"Chicos" , dijo Martín con valentía, "no entiendo por qué me tratan así. ¿Qué ganan haciéndome daño? Todos somos diferentes y eso es lo que nos hace especiales. No deberíamos tratarnos mal unos a otros".

Los niños se quedaron en silencio, sorprendidos por las palabras de Martín. Nunca habían pensado en el daño que estaban causando. Uno de los chicos, llamado Juan, se dio cuenta de su error y sintió remordimiento.

Se acercó a Martín y le pidió disculpas sinceramente. "Martín, lamento mucho haberme comportado así contigo", dijo Juan avergonzado. "No tenía idea del dolor que te estaba causando.

Prometo cambiar mi actitud y ser más amable contigo a partir de ahora". Martín aceptó las disculpas de Juan con una sonrisa y extendió su mano para estrecharla. A medida que pasaba el tiempo, los demás niños también se dieron cuenta del error que habían cometido al hacerle bullying a Martín.

Se disculparon con él y comenzaron a tratarlo con respeto. Desde ese día, Martín dejó de ser víctima del bullying. Los niños aprendieron la lección sobre la importancia de la empatía y el respeto hacia los demás.

Martín se convirtió en un líder positivo en su escuela, ayudando siempre a aquellos que necesitaban apoyo o eran víctimas del bullyng. Juntos crearon un ambiente escolar seguro y amigable para todos.

Y así fue como Martín demostró al mundo que el amor propio, la valentía y la bondad pueden superar cualquier tipo de bullying.

FIN.

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