Martina en el bosque encantado
Martina Velazco era una niña muy especial. Desde pequeña, mostró un gran talento para el baile flamenco. Sus padres la llevaban a clases y ella disfrutaba cada momento en el escenario.
Un día, mientras ensayaba en su casa, Martina notó algo extraño en su cuerpo. Se sentía como si estuviera flotando en el aire y de repente desapareció. Cuando abrió los ojos, se encontraba en un lugar desconocido.
Era un bosque mágico lleno de árboles gigantes y criaturas extrañas. Martina no sabía cómo había llegado allí, pero estaba decidida a explorar todo lo que pudiera. Mientras caminaba por el bosque, se encontró con una mariposa parlante llamada Luna.
"¡Hola Martina! Bienvenida al Bosque Encantado", dijo Luna con una sonrisa amistosa. Martina estaba sorprendida de que la mariposa pudiera hablar, pero decidió seguir adelante y hacer nuevas amistades.
Pronto conoció a un grupo de duendes juguetones que la invitaron a jugar al escondite y luego a un hada que le enseñó algunos trucos mágicos. Pero cuando llegó la noche, Martina comenzó a preocuparse por cómo volvería a casa. Fue entonces cuando apareció un dragón majestuoso llamado Fuego Azul.
"¿Necesitas ayuda para regresar?", preguntó Fuego Azul con voz profunda. "¡Sí!", exclamó Martina emocionada. "No sé cómo volver". Fuego Azul extendió las alas y invitó a Martina a subirse en su lomo.
Juntos volaron por el cielo nocturno hasta que finalmente llegaron a casa. Al día siguiente, Martina se despertó y pensó que todo había sido un sueño. Pero cuando miró su brazalete de mariposa, recordó todas las aventuras mágicas que había vivido.
Desde ese día en adelante, Martina visitaba regularmente el Bosque Encantado para jugar con sus amigos duendes y aprender nuevos trucos de magia del hada. Y aunque ya no desaparecía mágicamente, seguía siendo la bailarina de flamenco más talentosa de la ciudad.
"Martina, ¿dónde estabas ayer? No fuiste a clase", le preguntó su amiga Sofía. "Estuve visitando el Bosque Encantado", respondió Martina con una sonrisa traviesa. "¿El Bosque Encantado?" preguntó Sofía sorprendida.
"¡Sí! Es un lugar increíble lleno de criaturas mágicas y aventuras emocionantes", exclamó Martina entusiasmada. "Wow, me encantaría ir contigo algún día", dijo Sofía emocionada. Martina sabía que siempre tendría amigos especiales en el Bosque Encantado y estaba feliz de compartir sus aventuras con aquellos que querían escucharlas.
FIN.