Martina, la exploradora de insectos


Había una vez una niña llamada Martina que tenía un miedo terrible a los insectos, especialmente a las cucarachas y arañas. Cada vez que veía uno de ellos, se ponía a gritar y corría asustada hasta su habitación.

Sus padres intentaban calmarla, pero el miedo de Martina era tan grande que no podían hacer nada para ayudarla. Un día, mientras Martina jugaba en el jardín de su casa, vio una enorme cucaracha caminando hacia ella.

Dio un grito desgarrador y salió corriendo hacia adentro. Su mamá la siguió y la encontró temblando en un rincón. "Tranquila, Martina. No te hará nada", le dijo su mamá con voz calmada.

Pero Martina seguía llorando y temblando de miedo. Entonces, su mamá tuvo una idea brillante. Decidió llevar a Martina a conocer a alguien muy especial: el señor Hugo, un anciano vecino que sabía todo sobre insectos y animales. "Hola, Martina.

¿Qué te trae por aquí?" saludó amablemente el señor Hugo al ver llegar a la niña con su mamá. "Martina tiene mucho miedo a los insectos, especialmente a las cucarachas y arañas", explicó la mamá preocupada.

El señor Hugo sonrió con ternura y les invitó a pasar al jardín trasero de su casa. Allí tenia un pequeño invernadero lleno de plantas exóticas y diferentes tipos de insectos.

"¿Sabías que las cucarachas son muy importantes para nuestro ecosistema? Nos ayudan a reciclar materia orgánica descompuesta", explicó el señor Hugo mientras acercaba una pequeña cucaracha hacia Martina. Martina estaba asustada al principio, pero luego comenzó a escuchar atentamente lo que el señor Hugo le contaba sobre estos insectos tan mal vistos por todos.

Poco a poco, fue perdiendo el miedo y se dio cuenta de lo interesantes que eran las cucarachas.

Después de pasar la tarde aprendiendo sobre los diferentes tipos de insectos y animales del invernadero del señor Hugo, Martina se despidió con una sonrisa en el rostro y sin rastro alguno de miedo en sus ojos. A partir de ese día, Martina dejó atrás sus temores e incluso empezó a investigar más sobre los insectos.

Se convirtió en una defensora apasionada del medio ambiente y siempre recordaba con cariño aquella tarde en la que superó sus miedos gracias al sabio consejo del señor Hugo.

Y así, la niña que tenía miedo a los insectos se transformó en una valiente exploradora decidida a descubrir todos los secretos del mundo natural.

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