Martina, la guardiana de la luna
En un pueblo grande rodeado de un frondoso bosque vivía Martina, una nena valiente que tenía un secreto muy especial: ¡era un hombre lobo temible cuando salía la luna llena! Martina era una niña como cualquier otra durante el día.
Iba a la escuela, jugaba con sus amigos y ayudaba en casa. Pero cuando caía la noche y la luna brillaba en lo alto del cielo, sucedía algo extraordinario.
Martina se transformaba en un imponente hombre lobo con pelaje plateado y ojos brillantes como estrellas. Al principio, Martina se asustaba de su propia transformación.
No entendía por qué le pasaba eso a ella, pero pronto descubrió que podía usar sus habilidades especiales para proteger a los habitantes del pueblo de peligros en el bosque. Así que decidió convertir su miedo en valentía y enfrentar su destino con determinación.
Una noche, mientras patrullaba el bosque en busca de cualquier amenaza, Martina escuchó unos gritos desgarradores provenientes de lo profundo del bosque. Sin dudarlo, corrió hacia el origen de los gritos y encontró a una familia de conejitos atrapada por un feroz oso.
Martina no lo pensó dos veces y se interpuso entre el oso y los indefensos conejitos. Con gruñidos feroces y garras afiladas, logró ahuyentar al oso y salvar a la familia de conejitos. Los pequeños animales le miraron con gratitud en sus ojos brillantes antes de desaparecer entre los árboles.
Cuando regresó al pueblo al amanecer, Martina fue recibida como una heroína. Todos hablaban sobre la valentía de la "misteriosa protectora del bosque" que había salvado a los indefensos conejitos esa noche.
Poco a poco, Martina fue aceptando su doble naturaleza como nena valiente e hombre lobo temible. Aprendió a controlar sus transformaciones y utilizó sus habilidades para velar por la seguridad del pueblo y todos sus habitantes.
Y así, Martina demostró que no importa cuán diferente seas o qué secretos guardes en tu interior; lo importante es cómo uses tus dones para hacer el bien en el mundo. Porque incluso las criaturas más temibles pueden tener un corazón valiente lleno de bondad.
FIN.