Martina y el misterio del dolor de estómago
Martina se despertó con un fuerte dolor en el estómago. Se retorcía de dolor y no sabía qué hacer. Rápidamente, buscó a su hermana mayor, Sofía, quien estaba jugando en su habitación.
"¡Sofía! ¡Ayúdame, me duele mucho el estómago!", exclamó Martina con angustia. Sofía se acercó preocupada y le preguntó qué le pasaba. Martina le explicó que sentía un dolor punzante que no la dejaba ni respirar bien.
Sofía, sin saber qué hacer, decidió llamar a Matías, su hermano menor. Matías escuchó la conversación desde la puerta y al ver a Martina en ese estado, sus ojos se llenaron de lágrimas. Corrió hacia ellas y abrazó a su hermana con cariño.
"¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?", preguntó Martina sorprendida por la reacción de Matías. "No quiero que te pase nada malo", respondió Matías entre sollozos. Las niñas decidieron contarle a su mamá lo que estaba ocurriendo con Martina.
Cuando la mamá llegó a la habitación y vio a sus hijos abrazados preocupados, les preguntó:"¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué están llorando?"Martina tomó aire y entre cortadas explicó cómo se sentía.
La mamá escuchaba atentamente mientras acariciaba el cabello de sus hijos. "Tranquila Martina, vamos a ir al médico para que te revise y te sientas mejor", dijo la mamá con voz tranquila pero firme. Matías secó sus lágrimas y mirando a su hermana le dijo:"Todo va a estar bien, Marti.
La mamá nos cuida siempre. "Con esas palabras reconfortantes de su pequeño hermano, Martina sintió un poco de alivio en medio del malestar.
La mamá los llevó rápidamente al médico donde confirmaron que era una gastritis leve causada por algo que había comido el día anterior. Después de recibir el tratamiento adecuado, Martina comenzó a sentirse mejor. Agradecida por tener una familia tan amorosa y comprensiva, prometió cuidar más lo que comía para evitar sentirse mal nuevamente.
Desde ese día en adelante, los tres hermanos aprendieron la importancia de comunicarse sobre cualquier malestar o problema que tuvieran. Sabían que juntos podían superar cualquier obstáculo y apoyarse mutuamente en todo momento.
FIN.