Martina y el poder de la estrella


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, una niña llamada Martina. Desde muy pequeña, Martina siempre había sido muy insegura y le costaba terminar lo que empezaba.

Esto la frustraba mucho y muchas veces prefería rendirse antes que enfrentar sus miedos. Un día, mientras caminaba por el bosque cercano a su casa, Martina se encontró con una hada muy especial llamada Estrella.

Estrella tenía el poder de ver el potencial en las personas y decidió ayudar a Martina a superar sus miedos y dudas. "Hola, querida Martina", dijo Estrella con voz suave y brillante. "He visto tu lucha con la inseguridad y quiero ayudarte a descubrir tu verdadera fortaleza".

Martina estaba sorprendida de ver a un hada real frente a ella, pero algo en su mirada le transmitía confianza. "¿Cómo puedes ayudarme?", preguntó Martina con curiosidad.

Estrella le explicó que cada vez que Martina se enfrentara a un desafío o se sintiera tentada a rendirse, debía recordar una frase mágica: "Yo soy capaz". Esta frase le recordaría todo su potencial y le daría fuerzas para seguir adelante.

Martina decidió probar el consejo de Estrella y al día siguiente, cuando tuvo que presentar un examen difícil en la escuela, repitió en su mente "Yo soy capaz". Para su sorpresa, logró resolver todas las preguntas con éxito y obtuvo la mejor calificación de toda la clase.

A partir de ese momento, Martina comenzó a aplicar esta frase mágica en todos los aspectos de su vida. Ya no se rendía ante los obstáculos ni huía ante los desafíos.

Enfrentaba cada situación con valentía y determinación, sabiendo que era capaz de lograr cualquier cosa que se propusiera. Con el tiempo, Martina se convirtió en una estudiante ejemplar y destacada en todas las áreas. Su transformación inspiró a otros niños del pueblo a creer en sí mismos y nunca darse por vencidos.

Y así, gracias al poder de creer en sí misma y ser consciente de sus decisiones, Martina descubrió que era capaz de alcanzar grandes logros y vivir una vida llena de éxitos y felicidad.

Y todo esto fue posible gracias al encuentro mágico con el hada Estrella en aquel bosque encantado de Villa Esperanza.

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