Martina y el secreto de la noche estrellada
Había una vez una niña llamada Martina, a la que le encantaba jugar y divertirse durante el día, pero cuando llegaba la noche, tenía miedo de quedarse sola en su habitación.
Una noche, mientras Martina se preparaba para ir a dormir, su mamá le dijo: "Martina, ya es hora de ir a la cama. Recuerda que no estás sola, siempre estoy cerca si me necesitas". "Pero mamá, tengo miedo de dormir sola.
¿Podrías quedarte un ratito conmigo hasta que me duerma?", preguntó Martina con carita triste. Su mamá sonrió y acarició suavemente su cabello. "Martina, entiendo que te sientas así. Pero debes aprender a ser valiente y enfrentar tus miedos.
¿Qué te parece si buscamos juntas una manera de hacer más llevaderas las noches solas?". Martina asintió con curiosidad y emoción.
Su mamá sacó del armario un libro lleno de cuentos e historias fantásticas y le propuso: "¿Qué tal si cada noche antes de dormirte leemos juntas un cuento? Así podrás relajarte y soñar con mundos maravillosos". Los ojos de Martina brillaron de alegría ante la idea y aceptó emocionada.
Esa noche leyeron juntas un cuento sobre valientes princesas y aventuras en tierras lejanas. Martina se sintió tan entretenida y feliz que pronto se quedó profundamente dormida.
Las siguientes noches siguieron el mismo ritual: después de lavarse los dientes y ponerse el pijama, Martina se metía en la cama junto a su mamá para leer un cuento antes de dormir. Poco a poco fue perdiendo el miedo a la oscuridad y aprendió a disfrutar esos momentos especiales junto a su mamá.
Una noche, mientras terminaban otro cuento emocionante, Martina miró a su mamá con una gran sonrisa en el rostro y dijo: "Gracias por enseñarme a ser valiente y por hacerme sentir segura todas las noches".
Su mamá le dio un beso en la frente y respondió cariñosamente: "Siempre estaré aquí para cuidarte y acompañarte, aunque no esté físicamente contigo toda la noche. Recuerda que dentro tuyo hay una valentía enorme capaz de vencer cualquier miedo".
Desde esa noche, Martina dejó atrás sus temores nocturnos sabiendo que podía encontrar consuelo en los libros, las historias compartidas y el amor incondicional de su mamá.
FIN.