Martina y su valentía escondida


En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza vivía Martina, una niña muy especial. Desde que era pequeña, Martina tenía miedo a probar cosas nuevas y le costaba hablar en clase.

Siempre se quedaba callada y prefería estar sola en su rincón. Un día, la maestra de Martina, la Señorita Rosa, se dio cuenta de que algo no estaba bien. Observó cómo Martina evitaba participar en las actividades escolares y decidió hablar con los padres de la niña.

"Señora Ana, señor Juan, he notado que Martina se muestra muy tímida en clase. ¿Sucede algo en casa que pueda estar afectando su comportamiento?", preguntó la Señorita Rosa preocupada.

Los padres de Martina se sorprendieron al escuchar esto, ya que pensaban que su hija solo era un poco reservada. Decidieron prestar más atención a Martina y descubrieron que realmente tenía miedo a intentar cosas nuevas por temor a fracasar. "Martina, cariño, queremos ayudarte a superar tus miedos.

Sabemos que puedes hacerlo si confías en ti misma", le dijo su mamá con ternura. Con el apoyo de sus padres y la maestra, Martina empezó a dar pequeños pasos para vencer sus temores.

Comenzó probando nuevos juegos en el patio del colegio y poco a poco fue ganando confianza en sí misma. Un día, durante una clase de arte, la maestra propuso hacer una exposición con los dibujos de los alumnos frente a toda la escuela.

Martina sintió un nudo en el estómago al principio, pero luego recordó las palabras de sus seres queridos: "Confía en ti misma". "¡Vamos Martina! Tú puedes hacerlo", animaron sus amigos desde sus pupitres.

Decidida a enfrentar su miedo, Martina tomó un respiro profundo y levantó la mano para mostrar su dibujo al resto de la clase. Todos quedaron impresionados por lo hermoso que era su trabajo y aplaudieron emocionados.

Desde ese día, Martina comenzó a hablar más seguido en clase y a participar activamente en todas las actividades escolares. Había descubierto lo valiente y capaz que era cuando creía en sí misma.

Al final del año escolar, durante la ceremonia de clausura, la Señorita Rosa entregó un premio especial a Martina por su valentía y determinación para superar sus miedos. La niña sonrió radiante mientras sostenía el trofeo entre sus manos.

Martina entendió entonces que todos tenemos miedos e inseguridades, pero lo importante es no dejar que nos controlen. Con el amor y apoyo de quienes la rodeaban pudo superar cualquier obstáculo ¡Y así fue como nuestra amiga logró brillar como nunca antes!

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