Martina y sus amigos inseparables



En un soleado día de primavera, en el parque central de la ciudad, se encontraba Martina, una niña rubia de ojos brillantes y sonrisa tímida.

Martina solía pasar horas observando a los otros niños jugar juntos, correr y reírse sin parar. A pesar de sus intentos por acercarse y unirse a ellos, siempre terminaba sola en un rincón del parque.

Un día, mientras Martina jugaba con su muñeca bajo la sombra de un árbol, escuchó una risa contagiosa que llamó su atención. Al levantar la vista, vio a Sofía, una niña morena con pecas en la nariz y ojos chispeantes, que corría feliz persiguiendo mariposas. Martina sintió curiosidad y decidió acercarse.

"¡Hola! ¿Cómo te llamas?" -preguntó Sofía con una amplia sonrisa. Martina respondió tímidamente: "Soy Martina. "Desde ese momento, Martina y Sofía se convirtieron en inseparables amigas. Juntas exploraban cada rincón del parque, inventaban historias fantásticas y compartían sus meriendas bajo el sol.

La tristeza y la soledad que antes invadían el corazón de Martina desaparecieron gracias a la amistad sincera de Sofía. Un día, mientras paseaban por el parque, vieron a Lucas sentado en un banco con lágrimas en los ojos.

Lucas era un niño bajito con lentes y cabello alborotado que siempre estaba solo.

Sofía se acercó a él y preguntó con ternura: "¿Estás bien? ¿Puedo ayudarte?"Lucas levantó la mirada sorprendido por la amabilidad de las niñas e hizo una mueca triste: "Nadie quiere ser mi amigo porque soy diferente. "Martina recordó cómo se había sentido ella misma alguna vez y tomó la mano de Lucas diciendo: "Nosotros queremos ser tus amigos.

"Desde ese día, Martina, Sofía y Lucas formaron un equipo inseparable. Juntos descubrieron que la verdadera amistad no conocía diferencias ni prejuicios; que lo importante era compartir momentos especiales junto a quienes queríamos tal como éramos.

Y así fue como Martina aprendió que no importa cuántos amigos tenía al principio sino cuánto valían aquellos que llegaban para quedarse en su corazón. Y es que las mejores historias siempre comienzan cuando menos lo esperamos pero justo cuando más las necesitamos.

FIN.

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