Martita, la abuelita del bosque


Había una vez en un bosque frondoso, vivía Martita, una abuelita llena de energía y vitalidad. A pesar de su edad, Martita era conocida por su espíritu aventurero y su amor por la naturaleza.

Pasaba sus días paseando entre los árboles, observando a los animales y cuidando su precioso jardín de flores. Todos en el bosque la admiraban por su sabiduría y su inagotable alegría. Un día, durante uno de sus paseos, Martita encontró un pequeño pajarito herido.

Sin dudarlo, lo tomó entre sus manos y lo llevó a su acogedora cabaña. "Tranquilo, pequeño amigo, te cuidaré hasta que estés recuperado", dijo Martita con una dulce sonrisa.

Durante semanas, Martita dedicó todo su tiempo a cuidar al pajarito, enseñándole a volar de nuevo y fortaleciendo su espíritu. Una tarde, el pajarito alzó el vuelo, dejando a Martita con el corazón lleno de gratitud.

Aquel acto de amor y cuidado se convirtió en un ejemplo para todos los habitantes del bosque, quienes aprendieron que la bondad y la compasión pueden crear milagros. Martita siguió siendo la alegre abuelita del bosque, pero ahora, su luz brillaba más que nunca, iluminando el corazón de todos los que la rodeaban.

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