Marty y el regalo del tiempo



Marty era un niño muy curioso y siempre había soñado con viajar en el tiempo. Un día, mientras jugaba en su habitación, encontró un extraño reloj que parecía estar roto.

Pero cuando lo tocó, de repente se encontró flotando en una especie de túnel luminoso. Cuando Marty aterrizó, se dio cuenta de que estaba en una calle desconocida y todo parecía diferente. Decidió caminar un poco hasta que llegó a una casa grande y hermosa.

Al acercarse, vio a dos jóvenes sentados en la vereda conversando animadamente. "¡Hola! ¿Quiénes son ustedes?", preguntó Marty emocionado. Los jóvenes lo miraron sorprendidos y respondieron: "Somos Jorge y Lorena".

Marty no podía creerlo, ¡eran sus padres cuando eran jóvenes! Sin embargo, algo no estaba bien: Jorge tenía una expresión triste en su rostro. "¿Qué pasa papá? ¿Por qué estás así?", preguntó Marty preocupado.

Jorge suspiró y le explicó que estaba teniendo problemas para encontrar trabajo y mantener a su familia. Lorena también estaba preocupada porque quería ayudar pero no sabía cómo hacerlo. Marty decidió ayudarlos usando los conocimientos del futuro para cambiar el pasado.

Primero les enseñaría cómo ahorrar dinero para poder salir adelante sin tener que gastar tanto. "Chicos, escúchenme", dijo Marty entusiasmado. "Les voy a enseñar algunos trucos para ahorrar dinero". Y así comenzaron las lecciones de economía familiar: desde comprar alimentos al por mayor hasta reciclar objetos para reutilizarlos.

Jorge y Lorena estaban sorprendidos por la sabiduría de su hijo. "¡Marty, eres un genio!", exclamó Jorge emocionado. Pero aún había un problema más grande: el padre de Jorge, don Carlos, era muy enfermizo y necesitaba medicamentos costosos para sobrevivir.

Marty decidió que debían hacer algo para ayudar a don Carlos. "Mamá, papá, ¿por qué no organizamos una colecta para comprar los medicamentos?", propuso Marty.

Jorge y Lorena aceptaron la idea y comenzaron a pedir ayuda a sus amigos y vecinos. La colecta fue todo un éxito gracias al apoyo de todos en la comunidad. Con el dinero recolectado pudieron comprar los medicamentos que don Carlos necesitaba para vivir con tranquilidad.

Jorge y Lorena estaban felices porque habían logrado salir adelante gracias a las enseñanzas de su hijo Marty. Pero antes de despedirse, Marty les dijo:"Recuerden siempre trabajar duro y ahorrar lo suficiente para tener una vida tranquila".

Y así regresó al futuro con una gran sonrisa en el rostro sabiendo que había hecho la diferencia en la vida de sus padres cuando eran jóvenes.

FIN.

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