Mateo y el secreto de los deberes consigo mismo

Mateo era un niño curioso y travieso que siempre estaba en busca de aventuras emocionantes. Un día, mientras jugaba en el parque, conoció a un sabio anciano llamado Don Ramón.

El anciano le contó a Mateo sobre los deberes consigo mismo: el autocuidado, el autocontrol y la autodisciplina. Mateo quedó fascinado con la idea y decidió que era hora de aprender sobre estos importantes valores. Desde ese día, Mateo se propuso cuidar su cuerpo, comiendo sano y haciendo ejercicio.

También practicó el autocontrol, aprendiendo a manejar sus emociones y pensamientos, y a ser paciente en situaciones difíciles. Por último, Mateo se esforzó en ser disciplinado, cumpliendo con sus responsabilidades escolares y ayudando en casa sin que se lo pidieran.

Con el tiempo, Mateo se dio cuenta de que al aplicar estos deberes consigo mismo, se sentía más feliz, sano y en control de su vida. Sus amigos notaron el cambio y se acercaron a preguntarle cuál era su secreto.

Mateo les compartió lo que había aprendido de Don Ramón y juntos se comprometieron a practicar los deberes consigo mismos.

Así, Mateo y sus amigos se convirtieron en ejemplo para los demás niños, inspirando a todos a vivir una vida consciente y en armonía consigo mismos.