Mateo y el tesoro de la amistad

Mateo era un niño tímido que se mudó a una nueva escuela. Se sentía solo y aislado, ya que le costaba hacer amigos.

Todos los días, Mateo se sentaba solo en el patio, observando a los demás niños jugar y reír juntos. Un día, la maestra propuso un proyecto en el que los niños tenían que formar equipos para buscar un tesoro escondido en el colegio.

Mateo, sintiéndose nervioso, se acercó a un grupo de niños y les preguntó tímidamente si podía unirse a ellos. Al principio, los niños dudaron, pero luego aceptaron a Mateo en su equipo. Juntos, buscaron pistas, resolvieron acertijos y finalmente encontraron el tesoro.

Durante la aventura, Mateo descubrió que podía ser valiente y amable, y los demás niños vieron su verdadero yo. Al final del día, todos los niños se dieron cuenta de que Mateo era un gran amigo.

Desde entonces, Mateo ya no se sentía solo, porque había encontrado el tesoro más valioso: la amistad.