Mathias y el mágico jardín



En un hermoso pueblo llamado Arcoiris, vivía un niño llamado Mathias. A Mathias le encantaba que todos hicieran las cosas como él quería.

Desde pedirles a sus amigos que jugaran a sus juegos favoritos hasta decirles a sus padres cómo debían hacer las cosas en casa. Mathias creía que siempre tenía la razón y que su forma de hacer las cosas era la mejor. Un día, mientras paseaba por el parque del pueblo, se encontró con un misterioso anciano.

El anciano le habló de un mágico jardín escondido en el corazón del bosque.

Le dijo a Mathias que en ese jardín encontraría un preciado tesoro si aprendía el valor de la cooperación y el respeto por las ideas de los demás. Emocionado por la idea de encontrar un tesoro, Mathias se adentró en el bosque y después de algunas aventuras, encontró el mágico jardín.

Allí, conoció a un grupo de criaturas encantadas que estaban tratando de arreglar el jardín, pero no podían ponerse de acuerdo sobre cómo hacerlo. Mathias, confiado en que su forma era la mejor, intentó imponer sus ideas. Sin embargo, las criaturas le explicaron que solo trabajando juntos y escuchándose mutuamente podrían lograrlo.

Poco a poco, Mathias fue dándose cuenta de la importancia de escuchar a los demás y de trabajar en equipo.

Finalmente, el jardín fue restaurado y las criaturas le regalaron a Mathias un tesoro especial: una semilla mágica que simbolizaba la cooperación y el respeto. De regreso en su pueblo, Mathias se convirtió en un niño más comprensivo y dispuesto a escuchar las ideas de los demás.

A partir de ese día, él y sus amigos disfrutaron mucho más al jugar juntos, compartiendo ideas y respetando las decisiones de cada uno.

FIN.

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