Matías, el campeonato de futbol

Matías era un niño alegre y lleno de energía al que le encantaba jugar al fútbol en la plaza del barrio con sus amigos.

Todos los días después de la escuela, corría con su balón bajo el brazo hacia el campo de tierra donde se reunían para jugar. Un día, mientras practicaban tiros al arco, Matías notó que un niño nuevo observaba desde un banco cercano, con la mirada triste y las manos metidas en los bolsillos.

Matías se acercó y le preguntó si quería unirse. El niño, llamado Juan, aceptó tímidamente. A medida que el juego avanzaba, Matías notó que Juan no tenía mucha habilidad con la pelota y a veces lo pasaban por alto.

Al terminar la tarde, Matías se acercó a Juan y le dijo: -Che, ¡te vienes a jugar con nosotros mañana! - Juan sonrió emocionado y aceptó.

Matías decidió ayudar a Juan a mejorar su técnica, así que durante los entrenamientos le enseñaba algunos trucos y compartía consejos. Con el tiempo, Juan fue ganando confianza y habilidad, gracias a la ayuda de Matías. Llegó el día del campeonato interbarrial y el equipo de Matías estaba entusiasmado, pero Juan parecía nervioso.

Matías se acercó y le dijo: -Tranquilo, ya verás que lo harás genial. Confío en ti-. Con el apoyo de Matías y el resto del equipo, Juan jugó como nunca antes. Con un gol suyo, el equipo logró la victoria en el último minuto del partido.

Juan fue abrazado por sus compañeros, y Matías se sintió muy orgulloso. A partir de ese día, Juan se unió al grupo de amigos de Matías para jugar al fútbol todos los días.

Aprendieron juntos que la verdadera victoria está en ayudar a los demás a crecer y a alcanzar sus metas, y que un equipo unido siempre será imbatible.