Matías, el niño feliz



En un pequeño pueblo de Argentina vivía Matías, un niño muy feliz que se divertía jugando todo el día. Su risa era contagiosa y llenaba de alegría cada rincón.

Matías no conocía el aburrimiento, siempre inventaba juegos nuevos y contagiaba a los demás con su energía. Un día, mientras jugaba en el parque, conoció a Lucas, un niño tímido que no se animaba a unirse a los demás.

Matías se acercó a él con una gran sonrisa y le preguntó: -¿Quieres jugar conmigo? Lucas, sorprendido por la amabilidad de Matías, asintió tímidamente y juntos comenzaron a imaginar aventuras extraordinarias.

Con el tiempo, Lucas se convirtió en su mejor amigo y ambos descubrieron que la verdadera diversión está en compartir con otros. Un día, al pasar por la plaza, vieron a un grupo de niños que estaban discutiendo.

Matías se acercó y les dijo: -¿Por qué no jugamos todos juntos? Los niños, contagiados por la alegría de Matías, aceptaron y pronto estaban riendo y divirtiéndose como nunca. Desde ese día, Matías se convirtió en un ejemplo para todos en el pueblo, demostrando que la verdadera felicidad está en compartir y hacer felices a los demás.

Con su energía y entusiasmo, logró unir a todos en torno al juego y la diversión. Así, Matías demostró que la felicidad se multiplica cuando se comparte con los demás.

FIN.

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