Matias, el valiente y fuerte

Matias vivía en una casa grande con su mamá y su hermano Max. Un día, mientras estaban en casa, escucharon a lo lejos el ruido de perros ladrando. Matias comenzó a sentir miedo y se abrazó a su hermano, quien también estaba asustado. Su mamá estaba durmiendo profundamente, así que los dos hermanos se sentían solos y asustados. Matias, a pesar de su valentía, no podía evitar llorar de miedo. De repente, decidió que no podía mantenerse así, tenía que hacer algo al respecto. Se levantó valientemente y, con la fuerza de su determinación, despertó a su mamá.

"Mamá, escuchamos muchos perros ladrando, ¿qué podemos hacer?", expresó Matias, con voz temblorosa.

Su mamá, que siempre admiraba la valentía de sus hijos, se despertó rápidamente y los reconfortó. "Tranquilos chicos, todo estará bien. Vamos a revisar juntos qué está pasando", les dijo con calma.

Juntos, salieron al patio y descubrieron que los perros solo estaban ladrando a un gato que se había subido a un árbol. Matias se dio cuenta de que, a veces, el miedo es solo una ilusión que desaparece cuando enfrentamos la situación. A partir de ese día, Matias aprendió que la valentía no significa no sentir miedo, sino enfrentarlo con coraje y determinación. Él compartió esta lección con su hermano Max, diciéndole: "Max, la próxima vez que tengamos miedo, vamos a recordar que somos valientes y fuertes, como Mamá nos enseñó".