Matilde y los duendes del bosque azul


Matilde era una niña muy especial. Desde que nació, su madre supo que había algo diferente en ella. Era más curiosa, más valiente y más bondadosa que cualquier otra niña de su edad.

Y aunque su padre no comprendía del todo sus inquietudes, la apoyaba en todo lo que podía. Un día, Matilde se adentró en el bosque azul y encontró a unos duendes hermanos que luchaban contra la princesa Griselda La Mala.

Los duendes eran pequeños pero valientes y estaban decididos a proteger el bosque de la malvada princesa. —"Hola" , dijo Matilde con una sonrisa. Los duendes se sorprendieron al verla allí pero pronto se dieron cuenta de que era una niña buena e ingenua.

"¿Qué haces aquí?", preguntó el duende mayor. "Estaba dando un paseo por el bosque cuando los vi peleando y quise ayudar", respondió Matilde. Los duendes intercambiaron miradas entre ellos antes de aceptar la ayuda de Matilde.

Juntos, planearon cómo derrotar a Griselda La Mala y salvar el bosque azul. Durante días, trabajaron arduamente construyendo trampas ingeniosas para atrapar a los soldados de Griselda La Mala. También entrenaron juntos para estar preparados para cualquier eventualidad.

Pero un día, mientras patrullaban el bosque, uno de los duendes fue capturado por los soldados de Griselda La Mala. Los demás quedaron consternados ante la noticia pero Matilde no perdió la esperanza.

"No podemos dejar que los soldados se salgan con la suya. Debemos rescatar a nuestro amigo y continuar luchando", dijo Matilde con determinación. Los duendes asintieron, impresionados por la fuerza de voluntad de la niña. Juntos, planearon una operación de rescate y lograron liberar al duende cautivo.

Pero Griselda La Mala no estaba dispuesta a rendirse tan fácilmente y envió a sus mejores soldados para capturarlos. La batalla final fue épica.

Los duendes luchaban con todas sus fuerzas mientras Matilde les daba ánimo desde el centro del campo de batalla. Finalmente, lograron vencer a los soldados de Griselda La Mala y poner fin a su reinado malvado en el bosque azul.

Matilde había demostrado ser una amiga leal y valiente para los duendes hermanos y juntos habían protegido el bosque azul del mal. Desde ese día, Matilde se convirtió en un miembro honorario del clan de los duendes y siempre estuvo lista para ayudar cuando lo necesitaban.

Y así es como Matilde aprendió que, aunque sea pequeña e ingenua, puede hacer grandes cosas si tiene coraje y confía en sí misma.

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