Max y el viaje estelar


Había una vez un niño llamado Max, quien siempre se preguntaba sobre el universo y su infinitud. Él se pasaba horas mirando al cielo tratando de entender todo lo que veía.

Un día, mientras paseaba por el parque, vio una hermosa mariposa revoloteando a su alrededor. La mariposa era de un color azul brillante y tenía pequeñas manchas amarillas en sus alas.

Max estaba fascinado con la mariposa y comenzó a seguirla hasta que llegaron a un prado lleno de flores silvestres. Allí, la mariposa desapareció en medio de una nube de polvo dorado. De repente, apareció ante él un ser mágico vestido con ropas multicolores y con una barba larga. Era el mago del bosque.

"Hola Max", dijo el mago sonriendo. "He venido para llevarte en un viaje mágico por el universo". Max no podía creer lo que estaba escuchando, pero aceptó encantado la invitación del mago.

Juntos subieron a una alfombra voladora y partieron hacia las estrellas. Durante su viaje, Max aprendió muchas cosas interesantes sobre los planetas y las galaxias. También descubrió que hay mucho más en el universo de lo que jamás hubiera imaginado.

"¿Cómo es posible?", preguntó Max asombrado al ver tanta belleza ante sus ojos. "Es gracias a la magia", respondió el mago sonriendo. "La misma magia que existe dentro de ti".

Max no entendía muy bien lo que quería decirle el mago, pero decidió seguir adelante con su aventura. Finalmente, llegaron a un lugar muy especial en el universo. Era un planeta lleno de vida y colorido. Allí, Max vio la mariposa azul que había seguido antes.

"Esta es la mariposa mágica", dijo el mago señalando al insecto. "Ella tiene el poder de conceder deseos". Max no lo podía creer y le pidió a la mariposa que cumpliera su mayor deseo: conocer todo sobre el universo.

La mariposa se posó en su hombro y comenzó a batir sus alas mientras hacía aparecer ante ellos una gran pantalla donde se proyectaban imágenes del espacio infinito. —"Wow" , exclamó Max emocionado. "Estoy aprendiendo mucho gracias a ti".

"Recuerda que siempre hay algo nuevo por descubrir", respondió la mariposa sabiamente. "El universo es infinito y siempre habrá más por aprender".

Y así fue como Max regresó al parque con una nueva perspectiva sobre el universo gracias a su viaje mágico junto al mago del bosque y la mariposa azul. Desde ese día, nunca dejó de mirar las estrellas con asombro e interés, sabiendo que siempre habría algo nuevo por descubrir en este mundo tan vasto e increíblemente hermoso.

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