Max y la princesa Isabel

Había una vez un perro llamado Max que vivía en un pequeño pueblo rodeado de colinas y prados verdes. Max era un perro muy curioso, siempre estaba explorando y descubriendo cosas nuevas.

Un día, mientras paseaba por el bosque cercano, encontró un castillo abandonado. Max se acercó al castillo y se preguntó cómo sería vivir en ese lugar tan grande y majestuoso.

Decidió investigar más y entró al castillo a través de la puerta principal que estaba entreabierta. Una vez dentro del castillo, Max quedó impresionado con lo que vio: grandes salones decorados con cortinas rojas y doradas, enormes alfombras tejidas a mano cubriendo los pisos de mármol blanco y hermosas pinturas colgando de las paredes.

Mientras caminaba por el pasillo principal del castillo, escuchó una voz débil que pedía ayuda desde una habitación cercana. Era la princesa Isabel quien había sido encerrada allí por el malvado mago Oscuro.

Max decidió ayudar a la princesa Isabel a escapar del castillo antes de que el mago Oscuro regresara. "Princesa Isabel - dijo Max - soy Max, un perro valiente.

¿Cómo puedo ayudarte?"La princesa Isabel le contó su historia a Max: ella había sido secuestrada por el mago Oscuro porque quería casarse con ella para convertirse en rey del reino vecino. Pero la princesa no quería casarse con él porque sabía que era malvado e inhumano.

Max pensó rápidamente en cómo rescatarla: se disfrazaría de mago Oscuro y llevaría a la princesa Isabel fuera del castillo en su montura. Max fue al armario del mago Oscuro y encontró un traje que le quedaba perfectamente.

Luego, llevó a la princesa Isabel a su espalda y salieron juntos del castillo sin ser detectados. Mientras escapaban, el malvado mago Oscuro los vio y comenzó a perseguirlos.

Pero Max era muy astuto e inteligente, logró despistar al mago Oscuro y llegar sanos y salvos al pueblo donde vivía. La princesa Isabel estaba muy agradecida con Max por haberla salvado de las garras del mago Oscuro.

Desde ese día, Max se convirtió en el mejor amigo de la princesa Isabel y vivió feliz para siempre junto a ella en el palacio real.