Melek, la valiente astronauta



Melek flotaba en el espacio, mirando la Tierra desde lejos. Estaba asustada, pero sabía que debía mantener la calma para poder encontrar una solución a su problema.

Respiró hondo y comenzó a revisar todos los sistemas de la nave en busca de una manera de arreglarla. - ¡Vamos Melek, tú puedes hacerlo! -se dijo a sí misma mientras intentaba recordar todo lo que había aprendido durante su entrenamiento como astronauta.

Después de un rato, Melek identificó el origen del problema: un cable suelto que estaba causando el mal funcionamiento de la nave. Con cuidado, logró reconectarlo y reiniciar los sistemas.

La nave volvió a encenderse y poco a poco comenzó a moverse en dirección a la Tierra. - ¡Lo logré! -exclamó Melek emocionada mientras veía cómo se acercaba cada vez más a su hogar. Pero justo cuando pensaba que todo estaba resuelto, un nuevo obstáculo apareció en su camino.

Un grupo de asteroides se interponía entre ella y la Tierra, poniendo en peligro su regreso seguro. - ¡Oh no, ahora qué hago! -exclamó Melek preocupada mientras buscaba desesperadamente una solución.

Fue entonces que recordó una técnica especial que le habían enseñado en la academia espacial para esquivar asteroides. Con habilidad y destreza, logró maniobrar la nave entre los asteroides hasta llegar finalmente al planeta azul.

Al entrar en la atmósfera terrestre, Melek sintió alivio y felicidad por haber superado todas las dificultades que se le habían presentado en el camino. La nave aterrizó suavemente en medio de un campo verde y Melek salió corriendo hacia casa, donde fue recibida con aplausos y abrazos por parte de sus seres queridos.

Desde ese día, Melek supo que no importa cuán grande sea el desafío o cuántos obstáculos se interpongan en su camino; con determinación, valentía y creatividad siempre podrá encontrar una solución.

Y así siguió explorando el universo, inspirando a otros con su increíble historia de perseverancia y coraje.

FIN.

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