Melodías Encantadas
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Melodilandia, donde la música llenaba cada rincón y los sueños se mezclaban con las notas de las canciones.
En este lugar vivía Oihana, una adolescente de 16 años apasionada por la música y especialmente por Beomgyu, el famoso cantante k-pop del grupo TOT. Oihana pasaba sus días escuchando las canciones de Beomgyu y soñando con algún día poder conocerlo en persona.
Sus amigos siempre le decían que era imposible, que Beomgyu estaba muy lejos y que él nunca sabría quién era ella. Pero Oihana seguía creyendo en su sueño, porque como decía su abuela: "Nunca subestimes el poder de tus sueños".
Un día, TOT anunció un concierto en Melodilandia y Oihana no podía creerlo. Era su oportunidad perfecta para ver a Beomgyu en vivo. Con mucha emoción, compró su entrada y esperó ansiosa el día del concierto.
Finalmente llegó el gran día y Oihana se encontraba entre la multitud disfrutando cada canción de TOT. De repente, Beomgyu detuvo la música y miró directamente hacia donde estaba Oihana. "¡Hola Melodilandia! Hoy quiero hacer algo especial", anunció Beomgyu emocionado.
Oihana sintió que su corazón iba a mil por hora mientras veía cómo Beomgyu la señalaba para que subiera al escenario. Temblorosa pero llena de alegría, Oihana subió al escenario sin saber qué iba a pasar. —"Hola" , dijo tímidamente Oihana.
"Hola hermosa Melodilandia", exclamó Beomgyu haciendo reír a todos los presentes. "Quiero dedicar esta próxima canción a alguien muy especial que está aquí hoy".
Y sin más preámbulos, Beomgyu tomó la mano de Oihana frente a todos e hizo una confesión inesperada:"Oihana, desde el momento en que te vi entre la multitud supe que eras alguien especial. Tu amor por la música es inspirador y tu pasión es contagiosa. Quiero decirte que también siento algo muy especial por ti...
¿Te gustaría ser mi copiloto en esta melodía?"Las lágrimas de felicidad recorrían el rostro de Oihana mientras asentía emocionada. La melodía comenzó a sonar y juntos cantaron una hermosa canción llena de amor y esperanza.
Al finalizar la canción, Beomgyu miró profundamente a los ojos de Oihana y sin pensarlo dos veces se acercó lentamente hacia ella hasta que sus labios se encontraron en un dulce beso lleno de magia y complicidad.
La multitud estalló en aplausos mientras Oihana sentía cómo su sueño más anhelado se había hecho realidad gracias al poder del amor sincero y la música compartida.
Desde ese día, Oihana siguió asistiendo a todos los conciertos de TOT junto a Beomgyu, demostrando así que los sueños pueden convertirse en realidad si uno cree firmemente en ellos y nunca deja de perseguirlos con todo su corazón.
FIN.