Melodías Mágicas



Había una vez una niña llamada Violeta que iba a un colegio muy especial. Todos los días, mientras caminaba por los pasillos, veía a un chico llamado Juan.

A Violeta le parecía que Juan era el chico más simpático y divertido del colegio. Un día, después de mucho pensarlo, Violeta decidió tomar coraje y enviarle una solicitud de amistad en Instagram a Juan. Para su sorpresa, ¡Juan la aceptó y comenzó a seguirla! Violeta estaba muy emocionada.

Desde ese día, Violeta y Juan comenzaron a hablar todos los días por mensajes directos en Instagram. Se contaban cosas sobre sus gustos, sus juegos favoritos e incluso compartían fotos de las cosas que les gustaban hacer.

Pero lo que no sabían es que había algo especial en su historia: ambos tenían un talento para la música. A Violeta le encantaba cantar y tocar el piano, mientras que Juan era un experto en tocar la guitarra.

Un día, durante una conversación por mensaje directo, decidieron organizar un concierto juntos en el colegio. Querían compartir su amor por la música con todos sus compañeros. Violeta se puso manos a la obra para preparar el concierto.

Ensayaba todas las tardes con su piano y practicaba las canciones que quería interpretar junto a Juan. Por otro lado, Juan invitó a algunos amigos músicos para formar una banda increíble.

Llegó el gran día del concierto y todo el colegio estaba emocionado por verlos actuar juntos. El escenario estaba listo con luces brillantes y micrófonos esperando ser usados. Violeta y Juan subieron al escenario y comenzaron a tocar sus instrumentos.

La música llenó el aire y todos los presentes quedaron maravillados con su talento. Violeta cantaba con dulzura mientras Juan tocaba la guitarra con pasión. El concierto fue un éxito rotundo.

Los aplausos no paraban de sonar y todos los compañeros se acercaban para felicitarlos por su increíble actuación. Violeta y Juan se sentían muy orgullosos de sí mismos. A partir de ese día, Violeta y Juan se convirtieron en grandes amigos inseparables.

Seguían compartiendo su amor por la música, pero también descubrieron que tenían muchas otras cosas en común, como el amor por la naturaleza y las ganas de ayudar a los demás. Juntos, comenzaron a organizar eventos solidarios en el colegio para recaudar fondos para causas importantes.

Participaron en limpiezas de playas, recolectaron alimentos para personas necesitadas e incluso visitaron hogares de ancianos para llevarles alegría con su música.

La historia de Violeta y Juan inspiró a muchos otros niños del colegio, quienes también comenzaron a encontrar maneras de hacer el bien en sus comunidades. Así es como una simple solicitud en Instagram llevó a una amistad llena de música, amor por la naturaleza y deseos genuinos de cambiar el mundo.

Violeta y Juan demostraron que cuando nos abrimos a nuevas amistades, podemos descubrir talentos ocultos dentro nuestro que pueden inspirar e impactar positivamente en nuestras vidas y las vidas de aquellos que nos rodean.

Y así fue como Violeta y Juan vivieron felices, compartiendo su música y su amistad con el mundo entero.

FIN.

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