Melodies of Dreams



Abraam era un estudiante de primaria muy creativo y talentoso. Desde muy pequeño, descubrió su amor por la música y le encantaba escribir canciones. Pasaba horas en su habitación con su guitarra, componiendo melodías y letras pegajosas.

Un día, mientras caminaba por el parque cerca de su casa, Abraam encontró un viejo piano abandonado en una esquina. Estaba lleno de polvo y desafinado, pero Abraam no pudo resistirse a tocar algunas notas.

A pesar del estado del piano, las teclas emitieron un sonido hermoso y puro. -Este piano merece una segunda oportunidad -pensó Abraam-. ¡Voy a llevarlo a casa! Con ayuda de sus amigos más fuertes, Abraam logró llevar el piano hasta su hogar.

Lo limpió cuidadosamente y lo afinó con mucho esfuerzo. Ahora tenía un nuevo compañero musical en su cuarto. Esa misma noche, Abraam se sentó frente al piano y comenzó a tocar una melodía que había compuesto recientemente.

La música fluía de sus dedos mientras cerraba los ojos y se dejaba llevar por la magia del sonido. Sin que él lo supiera, esa melodía llegó a oídos de Martina, una famosa cantante que vivía en la ciudad cercana.

Martina estaba buscando nuevas canciones para su próximo álbum y quedó cautivada por la composición única de Abraam. Martina decidió contactar a Abraam para pedirle permiso para incluir su canción en su álbum.

-¡Hola! Soy Martina -dijo la cantante emocionada al llamar a Abraam-. He escuchado una de tus canciones y me ha encantado. ¿Te gustaría que la incluya en mi próximo álbum? Abraam no podía creer lo que estaba escuchando.

¡Su canción sería interpretada por una famosa cantante! -¡Claro que sí, Martina! Sería un honor tener mi canción en tu álbum -respondió Abraam con entusiasmo. La noticia se extendió rápidamente por el vecindario y todos los amigos de Abraam estaban muy orgullosos de él.

Incluso su maestra decidió organizar un concierto escolar para celebrar su éxito.

El día del concierto, el gimnasio de la escuela estaba lleno de padres, profesores y compañeros de clase emocionados por ver a Abraam tocar su canción junto a sus amigos. Cuando llegó el momento, Abraam subió al escenario y comenzó a tocar las primeras notas en el piano. La melodía resonó en todo el lugar, llenando los corazones de todos con alegría y emoción.

A medida que la música avanzaba, los amigos de Abraam se unieron a él con diferentes instrumentos: guitarra, batería, bajo. Juntos formaron una banda increíblemente talentosa que hizo vibrar al público.

Al final del concierto, todos aplaudieron emocionados mientras Abraam sonreía radiante desde el escenario. Había descubierto su verdadera pasión en la música y había compartido ese amor con todos aquellos que lo rodeaban. Desde ese día, Abraam siguió componiendo canciones y compartiéndolas con el mundo.

Su talento musical lo llevó a lugares que nunca imaginó, pero siempre recordó aquel piano abandonado en el parque que cambió su vida para siempre. Y así, Abraam demostró que cuando persigues tus sueños y te esfuerzas por alcanzarlos, las oportunidades llegan de formas inesperadas.

La música se convirtió en su voz y en un regalo para todos los que tenían la suerte de escucharla.

FIN.

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