Mensajes de Amistad



Elena y Matteo eran dos amigos inseparables que vivían en la hermosa ciudad de Londres. Se conocieron en el parque cuando eran muy chicos y desde ese momento se volvieron compañeros de aventuras.

Juntos recorrían las calles de la ciudad, jugaban en los parques y descubrían lugares nuevos cada día. Un día, Matteo tuvo que mudarse a otra ciudad por cuestiones familiares y Elena se puso muy triste al enterarse.

Aunque estaban lejos, prometieron mantener viva su amistad a través de cartas y videollamadas. Así fue como empezaron su relación a distancia. Los días pasaban y Elena y Matteo seguían compartiendo sus experiencias, sueños e ilusiones a través de mensajes llenos de cariño.

A pesar de la distancia, su amistad se fortalecía cada vez más. Un año después, Matteo regresó a Londres para visitar a Elena. Estaba emocionado por reencontrarse con su amiga después de tanto tiempo separados.

Cuando finalmente se vieron en el parque donde se habían conocido, no podían contener la emoción y se abrazaron con fuerza. "¡Matteo! ¡Qué alegría verte de nuevo!", exclamó Elena con una sonrisa radiante.

"¡Elena! ¡Te extrañé tanto! No sabés cuánto me alegra estar aquí contigo", respondió Matteo emocionado. Pasaron todo el día juntos recordando viejas anécdotas, riendo sin parar y disfrutando cada momento como si nunca hubieran estado separados.

Al caer la noche, decidieron hacer un picnic bajo las estrellas en el mismo lugar donde solían jugar de chicos. "¿Te acordás cuando construimos una casa en este árbol?", preguntó Elena señalando hacia arriba.

"¡Claro que sí! ¡Y siempre discutíamos quién iba a ser el guardián del tesoro que escondimos ahí!", respondió Matteo entre risas. La complicidad entre ellos era única e incomparable. Se entendían con solo mirarse y sabían que su amistad era para siempre, sin importar la distancia que los separara.

Al despedirse esa noche, prometieron seguir manteniendo viva su amistad sin importar dónde estuvieran físicamente. Sabían que aunque estuvieran lejos el uno del otro, siempre llevarían un pedacito del otro en sus corazones.

Y así fue como Elena y Matteo demostraron que la verdadera amistad puede superar cualquier obstáculo, incluso la distancia más grande. Porque cuando dos personas se quieren de verdad, nada ni nadie puede romper el vínculo especial que comparten.

FIN.

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