Messi y Tomás contra los zombies


Había una vez un pequeño niño llamado Tomás que era un gran fanático del fútbol y en especial de Lionel Messi, el mejor jugador de todos los tiempos.

Un día, mientras jugaba con su pelota en el parque, se encontró con algo muy extraño. Había zombies por todas partes. Tomás estaba asustado y no sabía qué hacer. De repente, vio a alguien haciendo jueguitos con la cabeza de un zombie.

Era nada más y nada menos que Lionel Messi. Tomás no podía creer lo que veía y corrió hacia él. "Messi, ¿qué estás haciendo aquí?", preguntó Tomás emocionado.

"Estoy luchando contra los zombies", respondió Messi sin dejar de hacer jueguitos con la cabeza del zombie. Tomás quedó impresionado al ver cómo Messi manejaba la situación con tanta facilidad y habilidad. "¿Cómo haces para ser tan bueno en todo lo que haces?", preguntó Tomás admirado. "La clave es practicar mucho", respondió Messi sonriendo.

Tomás entendió entonces que si quería ser como Messi algún día, tenía que trabajar duro y nunca rendirse ante las dificultades. Juntos continuaron luchando contra los zombies hasta encontrar un refugio seguro donde pudieron descansar y planear su siguiente movimiento.

Pero luego ocurrió algo inesperado: uno de los zombies resultó ser una persona curada del virus.

Con ayuda de Messi y otros sobrevivientes lograron crear una cura para el virus zombie utilizando la sangre del paciente recuperado como base para desarrollarla. Así fue como gracias a la perseverancia e ingenio de todos ellos lograron salvar al mundo de la amenaza zombie.

Tomás aprendió que incluso en los momentos más difíciles, nunca se debe perder la esperanza y siempre hay una forma de salir adelante. "Gracias Messi, eres el mejor", dijo Tomás abrazando a su héroe. "No lo soy, simplemente hice lo que tenía que hacer", respondió Messi humildemente.

Tomás entendió entonces que ser un verdadero héroe no tiene nada que ver con la fama o el dinero, sino con hacer lo correcto en todo momento y ayudar a quienes más lo necesitan.

Y así fue como Tomás se convirtió en un gran admirador no solo del talento de Lionel Messi, sino también de su nobleza y valentía ante cualquier adversidad.

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