Mi casa en el árbol
Al subir a mi casa en el árbol, Juanita dijo: -¡Mirá, Tomás! El mundo se ve diferente desde acá arriba.- Tomás sonrió y respondió: -Sí, ¡parece que los problemas son más pequeños! -
De repente, un viento fuerte movió las ramas, y una hoja dorada voló hacia ellos. -Esa hoja es mágica, ¡dijo en voz alta Juanita! ¡Deberíamos usarla para hacer un deseo! -
Ambos cerraron los ojos y desecharon que siempre hubiera aventuras en su casa en el árbol. Y desde ese día, cada vez que subían, encontraban secretos inesperados en cada esquina de su mágico refugio.
FIN.
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