Mi perrita tiene un nuevo amigo
Había una vez una perrita llamada Lila, que vivía en un hermoso barrio lleno de árboles y flores. Lila era muy juguetona y le encantaba correr por el parque con sus amigos. Un día, mientras exploraba, escuchó un ruidito entre los arbustos.
"¿Quién está ahí?" - preguntó Lila, con su cola moviéndose de un lado a otro.
De repente, apareció un cachorrito de gato, que se presentó como Tomi.
"¡Hola! Soy Tomi, un nuevo inquilino del vecindario. Estoy tratando de hacer amigos, pero tengo un poco de miedo" - dijo Tomi, mirando a Lila con ojos grandes y asustados.
"¡Hola, Tomi! No hay nada que temer. Ven, juguemos juntos." - invitó Lila.
Al principio, Tomi era muy tímido, pero Lila se acercó y le mostró cómo jugar a atrapar la pelota. Tomi se animó y pronto ambos estaban corriendo y saltando alegremente por el parque. Pero, de repente, en la esquina del parque, vieron a un grupo de gatos jugando al lado de una fuente.
"¡Mirá esos gatos! Son un poco ruidosos, ¿no?" - dijo Lila, un poco insegura de acercarse.
"Yo no soy muy bueno con ellos, pero me gustaría intentarlo" - confesó Tomi.
Juntos decidieron acercarse. Al principio, los gatos se miraron a Lila y Tomi con desdén, como si no los quisieran en su grupo. Sin embargo, Lila, que siempre había sido amistosa, se acercó a ellos.
"¡Hola, somos Lila y Tomi! ¿Podemos jugar con ustedes?" - preguntó.
Uno de los gatos, que se llamaba Gatofer, se cruzó de brazos.
"¿Por qué querríamos jugar con un perro y un gato?" - dijo de manera arrogante.
Tomi se sintió triste, pero Lila le dio un pequeño empujón.
"No te preocupes, Tomi. A veces, las cosas no son como parecen. Vamos a mostrarles que podemos divertirnos juntos" - le susurró.
Entonces, Lila tuvo una idea. Propuso un juego de relevos, donde Lila correría a buscar una pelota, y luego sería el turno de Tomi.
"Si ganamos, ¿nos aceptarán en su grupo?" - preguntó Lila.
Los gatos, intrigados, aceptaron el desafío. Comenzó la carrera, y Lila corrió rápido como el viento, mientras Tomi la miraba emocionado. Cuando Lila volvió y le pasó la pelota a Tomi, él también corrió con todas sus fuerzas. Los gatos comenzaron a reír y a animar, contagiándose de la diversión.
Finalmente, después de varias vueltas y risas, Lila y Tomi ganaron el juego. Los gatos, impresionados por su energía y alegría, decidieron invitar a Lila y Tomi a unirse a ellos.
"Bueno, parece que ustedes son un gran equipo. ¡Bienvenidos!" - dijo Gatofer, con una sonrisa.
Lila y Tomi se miraron felices, sabiendo que habían encontrado nuevos amigos. Al final del día, todos juntos se sentaron alrededor de la fuente, compartiendo historias y risas. Lila y Tomi aprendieron que, aunque al principio parecía aterrador, hacer nuevos amigos no era tan complicado y que lo importante era ser uno mismo y mostrarse abierto.
Desde ese día, Lila y Tomi, junto con sus nuevos amigos felinos, exploraron el parque, jugaron y, sobre todo, compartieron momentos inolvidables.
"¿Podemos volver a jugar juntos mañana?" - preguntó Tomi excitedly.
"¡Sí! ¡Hasta mañana!" - respondieron todos al unísono.
FIN.