Mi vida a los 90 años



Había una vez una niña llamada Camila, que un día decidió visitar a su abuelita Elena, quien tenía 90 años.

Camila estaba muy emocionada por pasar tiempo con su abuelita, a pesar de que sabía que la tecnología en el año 2100 era muy diferente a la que ella conocía. Al llegar a la casa de su abuela, se encontró con una sorpresa: su abuela Elena estaba usando un dispositivo de realidad virtual para viajar a diferentes épocas y lugares.

-¡Abuela! ¡¿Qué estás haciendo? ! -exclamó Camila sorprendida. -Hola mi niña, estoy explorando el antiguo Egipto en realidad virtual. Es asombroso, puedo ver cómo era la vida en aquella época -respondió la abuelita con entusiasmo.

Camila quedó impresionada al ver cómo su abuela disfrutaba de esta tecnología avanzada. -Abuelita, ¿puedo ver contigo? -preguntó la niña emocionada. -Por supuesto, querida. Ponte estos lentes y viajemos juntas al antiguo Egipto.

Mientras exploraban el misterioso mundo de los faraones, la abuelita Elena le contó a Camila historias fascinantes sobre la historia de la humanidad. Le explicó cómo la tecnología había evolucionado a lo largo de los años y cómo ella, a sus 90 años, seguía aprendiendo y disfrutando de las maravillas del mundo.

Camila se dio cuenta de que la edad no era un impedimento para seguir descubriendo, aprendiendo y disfrutando de la vida.

Al final de la tarde, Camila se despidió de su abuelita con una gran sonrisa en el rostro y un corazón lleno de inspiración. Desde entonces, ella también se comprometió a nunca dejar de aprender y maravillarse con el mundo que la rodeaba.

FIN.

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