Michichu, el hombre pitilingo y el monstruo
En un lejano continente llamado Pangea, habitaban criaturas extraordinarias. Entre ellas se encontraba Leviatán, un dragón marino de impresionante tamaño y colores brillantes. Un día, Leviatán decidió emprender un viaje para explorar el mundo y descubrir nuevas amistades.
En su travesía, conoció a Michichu, un simpático mono de la jungla, y a Hombre Pitilingo, un curioso ser humano de diminuto tamaño. Juntos, se enfrentaron a un peligroso monstruo que amenazaba con destruir la armonía de Pangea.
-¡Hola, amigos! Soy Leviatán, ¿cómo se llaman ustedes? -preguntó el gigantesco dragón marino. -Yo soy Michichu, el monito saltarín de la selva, y él es Hombre Pitilingo, un amigo muy especial -respondió Michichu, señalando al diminuto humano.
Sin dudarlo, los tres decidieron unir sus fuerzas para detener al monstruo que aterrorizaba a los habitantes de Pangea. Con astucia y valentía, Leviatán, Michichu y Hombre Pitilingo idearon un plan para enredar al monstruo en las raíces de los árboles y así neutralizar su amenaza.
Trabajando en equipo, lograron atrapar al temible ser y devolver la tranquilidad a Pangea.
A partir de ese día, los tres amigos se convirtieron en leyendas y enseñaron a todos que, sin importar nuestras diferencias, cuando nos unimos podemos superar cualquier desafío. ¡Pangea volvió a ser un lugar de paz y alegría, gracias a la valentía y amistad de Leviatán, Michichu y Hombre Pitilingo!
FIN.