Mike el Cocodrilo y su Sabiduría Sin Dientes
En un tranquilo pantano vive Mike, un cocodrilo viejo y hermafrodita, que es conocido por no tener dientes. A diferencia de los otros cocodrilos, Mike no se lavaba los dientes, y eso le había costado la dentadura. Pero a pesar de esto, tenía un gran corazón y una sabiduría impresionante que todos admiraban.
Mike disfrutaba de su vida solitaria. A veces, escuchaba charlas de otros animales que pasaban por el pantano. A menudo hablaban de Brutus, el rey de los cocodrilos, un animal fuerte pero algo arrogante. "¡Brutus es el más grande!", decían los otros cocodrilos. Pero a Mike no le preocupaba ser como Brutus. Él sabía que ser grande no era lo mismo que ser sabio.
Un día, mientras Mike estaba tomando el sol en una roca, escuchó un gran bullicio. Era un grupo de cocodrilos que habían ido al río en búsqueda de aventuras. Estaban discutiendo sobre cómo podían impresionar a Brutus.
"Debemos demostrarle que somos los mejores", gritaba uno.
"¡Sí! Quiero ser parte de su grupo!", decía otro.
A Mike le pareció un poco tonto que intentaran agradar a alguien solo por su poder.
"¿Por qué no muestran su verdadera fuerza siendo amables?", pensó Mike, pero no se atrevió a decirlo.
Esa misma tarde, Mike se encontró con una tortuga llamada Tina que tenía un problema. Su caparazón estaba atascado en una roca y necesitaba ayuda.
"Oh, Mike, ¿puedes ayudarme? Estoy atrapada!", gritaba Tina.
Mike, aunque no tenía dientes, tenía una gran fuerza en sus patas. Se acercó y empujó con cuidado la roca hasta que Tina pudo liberarse.
"¡Gracias, Mike! Eres muy fuerte!", exclamó la tortuga.
"No soy fuerte, solo hice lo correcto", respondió Mike con humildad.
Cuando Brutus y su grupo de cocodrilos pasaron cerca, vieron a Mike ayudando a Tina. Brutus se detuvo, curioso.
"¿Qué haces, viejo cocodrilo?", preguntó Brutus con desdén.
"Ayudo a la tortuga a liberarse de la roca", respondió Mike.
Brutus, sorprendido de que alguien tan pequeño y sin dientes ayudara, dijo:
"¿Por qué no luchas por ser el mejor como nosotros?"
"Ser el mejor no es lo que importa", contestó Mike. "Lo que realmente cuenta es ser útil y amable".
Los demás cocodrilos se miraron, confundidos. Nunca habían pensado en eso.
"Tal vez deberíamos intentar ayudar a otros en vez de solamente preocuparnos por ser los más grandes", dijo una cocodrilo más joven entre ellos.
Brutus frunció el ceño, pero se dio cuenta de que las palabras de Mike resonaban en ellos. Desde ese día, algunos cocodrilos comenzaron a acercarse a Mike para conversar y pedirle consejos.
"Mike, ¿es cierto que puedes ser sabio sin tener dientes?", preguntó uno curioso.
"Por supuesto", sonrió Mike. "La sabiduría viene de la experiencia y de querer ayudar a los demás".
Poco a poco, los cocodrilos dejaron de buscar la aprobación de Brutus. Empezaron a juntar sus fuerzas para ayudar a otros animales, y la fama de Mike como el cocodrilo sabio que ayudaba a los necesitados creció.
Un día, Brutus tuvo que reconocerlo. Se acercó a Mike y le dijo:
"Tal vez no necesito ser el rey para ser alguien importante. Quizás es mejor ser como vos".
Y así fue como Mike, el cocodrilo sin dientes, se convirtió no solo en un personaje querido del pantano, sino también en un símbolo de bondad y sabiduría, demostrando que ser valiente y amable es más grande que cualquier título o poder.
Desde entonces, anidan más amistades en el pantano, y Mike vive feliz, rodeado de cocodrilos_que_ya_no_tienen_miedo_de_ayudar.
FIN.