Mike y el Desafío del Bosque Mágico
Había una vez un pequeño perrito llamado Mike que vivía felizmente con su dueña en una linda casita cerca del bosque. Un día, decidieron hacer un picnic en el bosque para disfrutar del hermoso día soleado.
Mike estaba muy emocionado por la idea de pasar el día al aire libre y correr entre los árboles.
Pero lo que no sabía era que ese bosque no era como cualquier otro, ¡estaba encantado! Estaba lleno de criaturas mágicas como brujas, ogros y espíritus. Mientras jugaban y se divertían, Mike se alejó un poco más de lo normal y sin darse cuenta se perdió. Ahora estaba solo en medio de aquel bosque oscuro y misterioso.
El pobrecito comenzó a sentirse asustado y triste, pero sabía que debía encontrar el camino de regreso a casa. De repente, apareció una bruja malvada frente a él. Tenía una risa siniestra y mirada penetrante.
"¿Dónde crees que vas, perrito? Este es mi bosque encantado y aquí te quedarás para siempre"- dijo la bruja con voz escalofriante. Pero Mike no se dejó intimidar por la malvada bruja. Recordando las enseñanzas de su dueña sobre la valentía, decidió enfrentarla con coraje.
"No pienso quedarme aquí para siempre", respondió Mike firmemente. "Soy un perro valiente y encontraré mi camino de regreso a casa". La bruja quedó sorprendida por la determinación del pequeño perrito y decidió darle una oportunidad.
"Muy bien, si logras superar tres pruebas, te permitiré irte", dijo la bruja con una sonrisa maliciosa. La primera prueba consistía en encontrar una llave escondida en el bosque.
Mike comenzó a olfatear y buscar por todos lados hasta que finalmente encontró la llave detrás de un gran árbol. La bruja quedó impresionada y le dio paso a la segunda prueba. Esta vez, Mike debía cruzar un puente muy estrecho y peligroso sobre un río profundo.
El pequeño perrito se concentró y con mucha precaución caminó lentamente sobre el puente, sin mirar hacia abajo. Al llegar al otro lado, la bruja estaba aún más sorprendida por su valentía.
La tercera prueba era enfrentarse a un ogro gigante que protegía el último camino hacia casa. Mike sabía que no podía rendirse ahora, así que decidió utilizar su astucia en lugar de enfrentarlo directamente.
Se acercó sigilosamente al ogro y comenzó a ladrar tan fuerte como pudo para asustarlo. El ogro salió corriendo despavorido y Mike pudo pasar sin problemas. Al ver cómo Mike había superado todas las pruebas con valentía e inteligencia, la bruja cumplió su palabra y lo dejó irse del bosque encantado.
El pequeño perrito estaba feliz de haber demostrado su valentía y regresó corriendo a casa junto a su dueña. Desde aquel día, Mike se convirtió en un perro aún más valiente y siempre recordaba las enseñanzas del bosque encantado.
Nunca más volvió a perderse y siempre supo encontrar su camino de regreso a casa. Y así, Mike demostró que con valentía, astucia y determinación, ¡podemos superar cualquier desafío que se nos presente en la vida!
FIN.