Milena y el misterio de su nombre
Había una vez en un bosque encantado, una niña rubia llamada Milena que había perdido su nombre. Desde que tenía memoria, no recordaba cómo se llamaba y eso la entristecía mucho.
Así que decidió emprender un viaje por todo el bosque en busca de su nombre perdido. Milena caminaba entre los árboles altos y frondosos, escuchando el canto de los pájaros y sintiendo el suave murmullo del viento en sus orejas.
Se detenía de vez en cuando para preguntar a los animales del bosque si conocían su nombre, pero ninguno parecía tener la respuesta.
Un día, mientras descansaba junto a un arroyo cristalino, Milena vio a lo lejos a una anciana muy sabia que tejía una colorida tela bajo la sombra de un sauce llorón. Intrigada por esta misteriosa mujer, Milena se acercó lentamente. "Buenas tardes, señora ¿sabe usted cómo puedo encontrar mi nombre perdido?" -preguntó Milena tímidamente.
La anciana sonrió con dulzura y le dijo: "Para encontrar tu nombre perdido, debes recorrer tres pruebas que te llevarán al corazón del bosque". Milena asintió emocionada y siguió las indicaciones de la anciana.
La primera prueba consistía en enfrentar sus miedos más profundos dentro de una cueva oscura habitada por murciélagos y arañas gigantes. Con valentía, Milena superó cada obstáculo con determinación hasta llegar al final de la cueva donde encontró una llave brillante.
La segunda prueba fue resolver un acertijo planteado por un búho sabio que habitaba en lo alto de un roble centenario. Después de meditar durante horas, Milena dio con la respuesta correcta y recibió como premio un mapa antiguo marcado con extraños símbolos.
Por último, la tercera prueba consistía en cruzar un puente suspendido sobre un abismo profundo lleno de niebla espesa.
Con paso firme y concentración absoluta, Milena avanzó hacia el otro lado del puente sin mirar hacia abajo hasta llegar a una puerta dorada custodiada por dos leones majestuosos. Al abrir la puerta con la llave brillante, Milena entró en una sala iluminada por velas titilantes donde encontró a la anciana esperándola con ternura.
"Has demostrado ser valiente, inteligente y perseverante", dijo la anciana mientras le entregaba el mapa antiguo. "Este mapa te guiará hacia tu verdadero nombre". Milena observó el mapa detenidamente y reconoció los lugares que ya había visitado durante su travesía por el bosque encantado.
Siguiendo las indicaciones del mapa llegó a un claro soleado donde había un espejo mágico reflejando su imagen acompañada por palabras resplandecientes: "Eres Milagrosa".
Una sensación cálida invadió el corazón de Milagrosa (pues así era ahora su verdadero nombre) quien comprendió que siempre llevaba consigo la magia para enfrentar cualquier desafío que se presentara en su camino.
Desde ese día, Milagrosa continuó explorando nuevos horizontes junto a sus amigos del bosque llevando consigo el mensaje de nunca perderse uno mismo porque dentro de cada uno reside la verdadera fuerza para alcanzar cualquier sueño.
FIN.