Mili y la oscuridad



Mili era una niña muy valiente, siempre lista para enfrentar cualquier desafío. Sin embargo, tenía un miedo especial a la oscuridad. Por la noche, cuando llegaba la hora de dormir, sentía un escalofrío recorrer su cuerpo cuando apagaban la luz. Un día, decidida a vencer ese miedo, Mili se propuso buscar una solución.

Mili decidió hablar con su abuelita, una persona sabia y cariñosa que siempre sabía cómo ayudarla. -Abuelita, la oscuridad me da mucho miedo, ¿qué puedo hacer para no sentirme así? - le preguntó Mili con temor en sus ojos. La abuelita, con una sonrisa tierna, le dijo: -Mili, la oscuridad es solo la ausencia de luz. Si logras encontrar una forma de traer luz a la oscuridad, verás que desaparece el miedo.

Con estas palabras en mente, Mili decidió buscar la forma de llevar luz a la oscuridad. Primero intentó con una linterna, pero el miedo seguía ahí. Luego probó con una lámpara, pero aún así no se sentía lo suficientemente valiente. Fue entonces que recordó que su abuela le había regalado una varita mágica en su cumpleaños. Sin dudarlo, Mili buscó la varita en su habitación y decidió activarla. Para su sorpresa, de la varita empezó a emanar una luz cálida y reconfortante que iluminó toda la habitación. Mili sintió cómo el miedo desaparecía y en su lugar se instalaba la calma y la tranquilidad.

Al siguiente día, Mili decidió llevar consigo su varita mágica a todas partes. Cuando caía la noche, podía encenderla y así vencer el miedo a la oscuridad. Con el tiempo, Mili se fue dando cuenta de que no solo iluminaba su habitación, sino que también iluminaba los corazones de las personas que estaban cerca. La varita mágica se convirtió en su amiga inseparable, y Mili comprendió que la verdadera valentía reside en encontrar la luz en medio de la oscuridad.

Desde aquel día, Mili continuó enfrentando distintos desafíos, sabiendo que siempre llevaría consigo la luz para iluminar su camino y el de quienes la rodeaban.

FIN.

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