Mina y la magia del yoga



Había una vez una niña llamada Mina, que tenía una condición llamada Trastorno del Espectro Autista (TEL). Mina era muy especial, ya que veía el mundo de manera diferente a los demás niños.

A veces encontraba difícil comunicarse y relacionarse con sus compañeros de clase. Un día, mientras exploraba la biblioteca de su escuela, Mina encontró un libro sobre yoga.

Se sintió intrigada por las imágenes de personas haciendo diferentes poses y decidió llevárselo a casa para aprender más. Al llegar a casa, Mina mostró el libro a su mamá con entusiasmo.

Su mamá se alegró al ver cómo Mina estaba interesada en algo nuevo y le dijo: "Mina, ¿quieres intentar hacer yoga juntas?"Mina sonrió emocionada y asintió. Esa misma tarde, Mina y su mamá comenzaron a practicar yoga en la sala de estar.

Siguiendo las instrucciones del libro, hicieron diferentes poses como el perro boca abajo ("Adho Mukha Svanasana") y el árbol (—"Vrksasana" ). Con cada pose que hacían juntas, Mina se sentía más calmada y concentrada. El yoga le ayudaba a conectarse con su cuerpo y mente de una manera especial.

A medida que pasaban los días, Mina descubrió que el yoga no solo la ayudaba a relajarse sino también a mejorar su equilibrio y coordinación motora. Además, notó que se estaba volviendo más flexible física y mentalmente.

Un día en la escuela, durante el recreo, algunos niños comenzaron a burlarse de Mina debido a sus movimientos peculiares. Mina se sintió triste y avergonzada, pero en lugar de dejarse llevar por las burlas, decidió hacer algo diferente.

En lugar de responder con tristeza o enojo, Mina se sentó en el suelo y comenzó a hacer una pose de yoga llamada "Postura del Guerrero" (—"Virabhadrasana" ). Los niños quedaron sorprendidos al verla tan serena y fuerte.

Uno de los niños más curiosos se acercó a Mina y le preguntó: "¿Qué estás haciendo?" Mina sonrió y respondió: "Estoy haciendo yoga. Me ayuda a sentirme bien conmigo misma". Los otros niños también se acercaron para ver qué estaba pasando.

Mina les explicó cómo el yoga la ayudaba a mantenerse tranquila y concentrada, además de mejorar su equilibrio y flexibilidad. Después de esa experiencia, los compañeros de clase comenzaron a interesarse por el yoga. Poco a poco, todos comenzaron a practicar juntos durante el recreo.

El yoga no solo ayudó a Mina sino que también unió al grupo haciéndolos comprender que todos somos diferentes pero igualmente valiosos. A medida que pasaba el tiempo, Mina siguió practicando yoga tanto en casa como en la escuela.

Su confianza creció cada día más y se dio cuenta de que podía superar cualquier desafío que enfrentara. Mina demostró que tener TEL no era un obstáculo para alcanzar sus metas.

Su amor por el yoga no solo la ayudaba físicamente sino también emocionalmente. Ahora, ella es conocida como la niña del TEL que descubrió el poder del yoga y enseñó a otros a encontrar su fuerza interior.

Y así, Mina se convirtió en una inspiración para todos los niños de su escuela. Su historia demostró que cuando crees en ti mismo y encuentras algo que te apasiona, puedes superar cualquier obstáculo y alcanzar tus sueños.

FIN.

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