Mini y el Espejo de los Sueños


Había una vez una pequeña niña llamada Mini que soñaba con visitar el famoso castillo de Disney.

Cada noche, antes de dormir, cerraba los ojos y se imaginaba caminando por los pasillos del majestuoso castillo rodeado de princesas y personajes de cuentos. Un día, su mamá la sorprendió con un viaje a Disney. ¡Mini estaba emocionada! No podía creer que finalmente tendría la oportunidad de ver el castillo en persona.

Llegaron al parque temático y Mini quedó fascinada con todo lo que veía a su alrededor: montañas rusas, juegos mecánicos y muchos colores brillantes. Pero lo que más anhelaba era llegar al castillo. Corrió hacia él como si fuera la cosa más importante del mundo.

Al acercarse, notó que había una fila larga para entrar. Mini decidió esperar pacientemente mientras observaba cómo otras familias entraban emocionadas.

Después de unos minutos, una señora mayor se acercó a Mini y le preguntó:- ¿Estás esperando para entrar al castillo? - Sí -respondió Mini-. Estoy muy emocionada por conocerlo. La señora sonrió y le dijo:- Sabes, hay algo especial dentro del castillo que mucha gente no sabe. Si quieres te puedo contar un secreto.

Mini asintió emocionada y la señora continuó:- Dentro del castillo hay un espejo mágico en el cual puedes ver reflejados tus sueños más grandes. Pero solo aquellos que tienen fe en sí mismos pueden encontrarlo.

Las palabras de la señora llenaron el corazón de Mini de esperanza. Pensó en todas las cosas que había soñado hacer y decidió que no iba a rendirse hasta encontrar ese espejo mágico.

Pasaron las horas y finalmente llegó el turno de Mini para entrar al castillo. No podía creer lo hermoso que era por dentro. Había cuadros colgados en todas partes, alfombras mullidas y una escalera majestuosa. - ¿Dónde estará el espejo mágico? -se preguntaba Mini mientras recorría cada rincón del castillo.

De repente, se encontró con una puerta secreta detrás de un cuadro. Decidió abrirla y allí estaba: un enorme salón lleno de espejos por todas partes. Mini corrió hacia uno de ellos y se miró fijamente.

En ese momento, vio reflejados todos sus sueños más grandes: ser astronauta, pintora famosa y doctora para ayudar a los demás.

Comprendió entonces el mensaje del espejo: si tenía fe en sí misma y trabajaba duro, podría lograr todo lo que se propusiera. Sintió una mezcla de emoción y determinación en su corazón. Desde aquel día, Mini nunca dejó de soñar ni perdió la confianza en sí misma.

Siguiendo sus pasiones e impulsada por su amor propio, logró convertir muchos de esos sueños en realidad. Y así, la pequeña Mini inspiraba a otros niños a perseguir sus sueños con valentía y perseverancia.

Porque ella sabía que dentro de cada uno hay un espejo mágico capaz de reflejar los sueños más grandes y convertirlos en realidad.

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