Mishi, el gato que brillaba en la oscuridad


Había una vez en un tranquilo pueblo de Argentina, un gato negro llamado Mishi. Mishi vivía felizmente en una casa con su dueña Martina, quien lo cuidaba y mimaba todos los días.

Sin embargo, a pesar de tener todo lo que un gato podría desear, Mishi sentía que le faltaba algo importante en su vida.

Un día soleado de primavera, mientras paseaba por el jardín de la casa, Mishi vio a lo lejos a un pájaro rojo brillante posado en una rama. Quedó maravillado por el colorido plumaje del pájaro y sintió en su interior un deseo profundo: él quería ser rojo también. Mishi corrió emocionado hacia Martina y le contó sobre su deseo de ser rojo.

Martina lo miró con cariño y le explicó que cada animal es especial tal como es y que no podía cambiar su color.

Pero Mishi estaba decidido y decidió emprender un viaje para encontrar la manera de cumplir su sueño. Así comenzó la aventura de Mishi en busca de convertirse en un gato rojo. Recorrió campos, bosques y montañas, buscando respuestas entre otros animales del lugar.

En su camino se encontró con Mateo el zorro astuto, quien le dijo:"¿Por qué querrías ser rojo si ya eres hermoso tal como eres?"Pero Mishi no escuchó las sabias palabras del zorro y siguió adelante con determinación.

Hasta que un día llegó al pie de una misteriosa montaña donde habitaba la anciana tortuga Sabia. La tortuga Sabia escuchó atentamente el deseo de Mishi y luego le dijo con voz calmada:"Querer ser alguien más nunca te hará feliz realmente.

La verdadera belleza está en aceptarte a ti mismo tal como eres. "Las palabras resonaron en el corazón de Mishi mientras reflexionaba sobre todo lo vivido en su travesía. Entendió finalmente que no necesitaba cambiar para sentirse completo; solo necesitaba aceptarse a sí mismo.

Con el corazón lleno de gratitud por todas las enseñanzas recibidas durante su viaje, regresó a casa junto a Martina. Ella lo recibió con alegría y amor, sin juzgarlo por sus deseos pasados.

Desde ese día, Mishi aprendió a valorarse tal como era: un hermoso gato negro único en su especie. Y aunque seguía admirando los colores del mundo que lo rodeaban, ya no anhelaba ser diferente.

Y así concluyó la historia del gato negro que quería ser rojo pero descubrió que la verdadera felicidad reside en aceptarse a uno mismo sin importar cómo seas por fuera.

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